Cegna, como suena
Mariela Cegna anote el nombre. Es la candidata a intendenta de Juntos por el Cambio en Añatuya. Es médica y el lema es “Te escucho por y para Añatuya”. Entre sus múltiples actividades mantuvo reuniones con protectoras de animales y representantes de iglesias evangélicas. Ya tiene el apoyo de “Pipi” Floridia. Se va armando el baile, en la “Capital de la Tradición”. ¿Y “Pocho”?, anda pisando despacio pa no levantar polvareda.
Un craverito en la pared
En Selva parece que no hay todavía fumata que valga para definir candidaturas en el ala radical del oficialismo. Ni viniendo a Capital se ponen de acuerdo, y pa´ colmo a alguien se le ocurrió presentarse con una “alternativa”, un tal Cravero. ¿Se acuerda? Entre que éramos muchos, parió la abuela, se escuchó decir a un viejo radical que no salía de su asombro.
Álvarez va por más
“Parece que gana otra vez y lo merece”, me dijo un beltranense de familia que nació hace 48 años en la ciudad y conoce bien el paño. Como entendiendo poco le pregunté quién. “Miguel Álvarez, pues”, me dijo.
No recordaba que hace pocos días lanzó la candidatura a la reelección con el crecimiento como bandera. “Hizo mucho el hombre, más de 100 cuadras donde había calles de tierra, plazas y ni que hablar de cómo nos visitan de la Capital santiagueña y de todo el país ahora, por eso del turismo vernáculo”, comentó.
Escudo Norte
¿Se acuerda del radar del Escudo Norte?”, me dijo un vecino de la “Capital del Agro” y me agarró medio desprevenido. “No”, le respondí.
“Bueno, era enorme, me dijo; y servía para detectar aviones de esos que traen cosas de contrabando más o menos así”, me explicó.
“Ah”, le contesté como al pasar sin mostrar mucho interés.
“Aguante que va a quedar chiquito ese cuando vuelvan a poner el que estaba en Fernández durante la gestión de ´Fideo´ Matarazzo, que cazaba no aviones, sino hasta tractores en la ruta”, redobló la apuesta mientras me frotaba el hombro. “¿O no se acuerda que hasta ni le hizo caso a un fallo judicial para que lo levante porque los productores estábamos podridos de tanta multa de prepo?”, insistió y me le “paré”.
“Oiga que no es así la cosa, que va la madre de candidata, la ‘Chuchi’ pues”, le sentencié serio.
“Ajá, ¿¡y el ‘Fideo’ no va de candidato a concejal!?”, replicó.
“Bueno, eso dicen”, agregué. “Pero seguro que la madre le pega un reto si quiere volver a esas cosas y listo”, le dije casi pisándole las palabras.
“Lo hubiera retado antes ¿no?”, me respondió.
“Son lo mismo, y sino que le cuente de la pajarera que tiene con aves exóticas, protegidas por Ley y de las que todo el pueblo sabe y nadie hizo hasta ahora nada”, concluyó, me dio dos palmaditas en la espalda y me miró con cara de que “no todo tiempo pasado fue mejor”.
Y yo pensé, lo del no retar es lógico, pero ¿pajarera? ¿De qué me está hablando el hombre? ¿Alguien sabe algo? Metí las manos en los bolsillos de la campera y sin querer partí silbando “Pájaro Campana”.
Posdata: “Los quiero fríos o calientes, porque a los tibios los vomito” -
Apocalipsis 3:15-16.
