A modo de continuar con una ancestral costumbre, intacta en el interior provincial, los santiagueños se volcaron a los cementerios de sus localidades para visitar a sus difuntos padres y familiares, en el marco de un tranquilo domingo del Día del Padre.
En Villa Ojo de Agua, mucha gente copó la necrópolis durante la mañana y especialmente hacia el mediodía.
En el cementerio de Fernández, más de 500 personas asistieron a visitar a sus difuntos padres y familiares. De igual manera en Forres y Beltrán, donde las horas de la tarde fueron las más concurridas.
En Loreto, Árraga y Nueva Francia fue necesario advertir a los conductores de la Ruta 9 sobre la presencia de los familiares camino a las necrópolis.
En el cementerio de Monte Quemado hubo una especial demostración de afecto a la memoria de los difuntos, con un dúo de guitarra y bombo que interpretó chacareras, zambas y vidalas a pedido de los concurrentes, dando así un especial marco de recuerdo. De esta manera, y como no se veía hace tiempo, los cementerios del interior fueron punto de encuentro.
