Muchas veces los sitios turísticos tiene la mala costumbre a aprovecharse de los visitantes. Esta práctica no es exclusiva de la Argentina, ya que sucede en todo el mundo. Y las paradisíacas playas de Grecia no son la excepción, tal y como lo demuestra el ticket viral que causó furor en internet en los últimos días.
Dos turistas estadounidenses, una madre con su hija de 19 años, recorrieron en Mar Egeo, entre Grecia y Turquía, atraídas por las casas cúbicas construidas cerca de la orilla, las playas con aguas cristalinas y el sol que irradia durante casi todo el año. No obstante, una mala experiencia en un restaurante de Mykonos les arruinó el viaje.
El hecho ocurrió el pasado 11 de mayo, según consignó el diario local Proto Thema, y el episodio terminó con una denuncia policial.
Las mujeres contaron que llegaron al restaurante e hicieron su pedido: dos cócteles y una porción de patas de cangrejo. Permanecieron allí tres horas sentadas, charlaron y contemplaron la vista al mar.
Pero el drama comenzó cuando pidieron la cuenta. El ticket incluyó una propina del 15%, sin consulta previa. “Aunque sabíamos que la factura no superaría los 200 euros, ¡de repente nos pidieron que pagáramos 600 euros!”, manifestó la mujer.
En la foto del ticket compartido por el portal de noticias Greek City Times se puede observar que debían de pagar la suma de 598,92 euros. La historia rápidamente llegó a las redes sociales y se volvió viral.
Ante la sorpresiva cuenta, la mujer se negó a pagar, pero de inmediato aparecieron tres hombres en su mesa y empezaron amenazarla: "Sabemos dónde vives”, le dijeron, según los medios locales.
No es la primera vez que se reporta un caso así en ese restaurante, cuyo nombre no se conoció. La comensal se entrevistó con los lugareños, tras retirarse del lugar, y ellos le contaron que la Policía recibe “constantemente incidentes similares”.
“Al marcharnos de ahí, los lugareños del pueblo me comentaron que los clientes alertan constantemente a la policía sobre incidentes similares relacionados con este restaurante específico, aunque nunca se hace nada”, le indicó la mujer a su agente de viaje, quien le había gestionado las vacaciones.
Ambas mujeres aseguraron que denunciaron estos hechos ante la Subdirección de Policía de Mykonos.
