Una mujer del barrio Sur de la ciudad de Suncho Corral, departamento Juan Felipe Ibarra, le pidió a su hija de 19 años que se quedara a vivir circunstancialmente con su tía —hermana de la madre—, a fin de hacerle compañía y ayudarla en los quehaceres domésticos, hasta que regresaran de Buenos Aires sus familiares. Efectivamente, la joven no opuso reparos y se trasladó hasta la casa de su tía.
A los pocos días de permanecer en el lugar, la joven se encontraba acostada en una de las habitaciones. Estaba sola en la casa porque su tía había ido de visita a la vivienda de una vecina. En esa circunstancia, se presentó su tío —hermano de su madre—, de más de 40 años. El hombre inició una charla, hasta que se sentó en la cama y comenzó a manosearla en sus partes íntimas. La joven se resistió y le recriminó por la aberrante acción, pero el sospechoso proseguía tocándola. En esa circunstancia, el depravado intentó besarla en la boca por la fuerza, ocasión en la que la víctima lo golpeó con el codo, logró zafar de la dramática situación y levantarse de la cama.
En medio de una crisis de nervios y llanto, la joven le manifestó que nunca había pensado que le iba a hacer una cosa así. Esto provocó que el sujeto le prometiera que le iba a poner crédito a su teléfono celular y hasta le ofreció comida para que no lo denunciara.
La víctima temió por su integridad física y realizó la denuncia penal en la sede de la Comisaría Comunitaria Nº 28 en contra de su familiar.
El hecho fue informado a las autoridades de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, quienes ordenaron que se notificara al sospechoso —quien reside en el mismo barrio—, de una prohibición de acercamiento y contacto hacia la víctima, mientras se profundiza la investigación. Posteriormente, la joven tuvo que regresar a sede policial para denunciar que el acusado le “hacía señas” desde su casa, ubicada a unos 80 metros de la suya.
