Virginia Escobar, quien lleva a cabo el emprendimiento llamado Colorín Colorado, comentó que el mismo dio inicio a partir de su necesidad de adentrarse y conocer su propio embarazo, teniendo como objetivo conocer el mundo de la lectura infantil, la intención de inculcar en los bebés la misma y tratar de reafirmar la idea de que no es necesario esperar a que los niños puedan agarrar un libro, prestar un poco más de atención o entender algo de lo que se les está leyendo.
Virginia expresó que se puede convertir el momento de la lectura en una ocasión de unión, contención, refugio, amor, diversión entre padres e hijos, abuelos y nietos, tíos y sobrinos y cualquier adulto con un niño. A su vez, manifestó que la lectura desde el embarazo puede ser muy positiva y beneficiosa, considerando que no hay un límite para empezar a leerles a los bebés o para que los mismos exploren los libros.
Virgina comentó que existen diferentes libros, acordes a cada etapa del bebé o niño como por ejemplo, libros de tela con sonidos en las páginas e ilustraciones llamativas de animales, siendo ideales para los primeros meses de vida, ya que pueden ser manipulados por los bebés sin riesgo alguno de que se lastimen.
Se persigue la intención de que se puedan leer libros a los bebés desde los primeros días de vida, ya que esta actividad producirá cambios positivos en áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje, ayudando a su alfabetización y expresión del lenguaje. Sumado a eso, el bebé irá conociendo y reconociendo la voz de sus cuidadores y los sentirá cerca suyo ya que, inevitablemente en el momento de la lectura, existirá mucho contacto debido a su condición de no poder sentarse, moverse y acomodarse por si mismo, requiriendo la cercanía física de alguien más para todas estas necesidades y para poder apreciar los libros.
Por último, expresó que la proximidad o inmediatez física también puede presentarse en niños más grandes, si ellos lo desean como así también sus familias.
