Tras un arduo trabajo de investigación, el personal de Investigaciones de la Comisaría N° 18 de Campo Gallo, departamento Alberdi, reunió en los últimos días importantes datos sobre una motocicleta de dudosa procedencia.
Ayer, los “sabuesos” advirtieron la circulación del rodado y lo siguieron hasta que el conductor se detuvo en un kiosco del barrio Primero de Abril. La Honda CG Titán azul, de 150cc. era conducida por un adolescente, quien no contaba con documentación del rodado. Frente al comercio también había otras dos motos estacionadas y una camioneta 4x4.
Los policías se entrevistaron con el kiosquero y padre del menor, de apellido Martínez, quien afirmó que las tres motos eran de su hijo, su esposa y un sobrino.
Ante la falta de documentación, los investigadores realizaron las pericias técnicas y se determinó, a través de la Planta Verificadora, que la Honda Twister azul, de 150cc. tenía pedido de secuestro desde el año pasado, a requerimiento de la Comisaría N° 52 de Forres (Robles).
Asimismo, pidieron datos de los otros dos rodados. Una Honda Twister roja, de 250cc. tenía pedido de secuestro desde febrero último, a requerimiento de la Comisaría N° 40 de Las Termas; mientras que una Honda Twister blanca, de 250cc. había sido sustraída en noviembre de 2021 en jurisdicción de la Seccional N° 50 de la misma ciudad.
Los tres rodados fueron secuestrados por orden de la fiscal Silvia Jaime Luna.
Por otra parte, el kiosquero sostuvo que había comprado la Toyota Hilux blanca. Contaba con documentación del rodado, pero carecía de un boleto de compra-venta y de otros papeles que justifiquen quién y cuándo le vendió el vehículo de gran valor económico.
En consecuencia, por orden judicial, la camioneta también fue secuestrada para realizar las pericias e investigaciones para determinar a quien pertenece y si cuenta con algún impedimento legal.
En tanto, se realizan trámites con las fiscalías que intervienen en Forres y Las Termas para realizar las entregas de las tres motos a sus reales propietarios. Las motos están valuadas en casi un millón y medio de pesos.
Los efectivos continúan con las averiguaciones pertinentes del hecho.
