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La Provincia #ReligiosidadPopular

Más de 6.000 almas se congregaron en la festividad de la beata Mama Antula

La misa central comenzó pasadas las once de la mañana y fue presidida por el obispo auxiliar Enrique Martínez Ossola.

Con gran devoción y fe, los caminos y las calles de la localidad de Villa Silípica se colmaron de rezos, cánticos y alabanzas en torno a la celebración de la figura de la beata María Antonia de Paz y Figueroa, luego de una gran espera por la pandemia. 

Ayer, pasadas las diez de la mañana, miles de fieles y devotos de Mama Antula realizaron una procesión desde la capilla de Monserrat, en la entrada a Villa Silípica, hasta el templo de la beata santiagueña. 

 

La misa fue presidida por monseñor Enrique Martínez Ossola del Obispado de Santiago del Estero, con seis mil almas que vivieron con fe su homilía, para reencontrarse nuevamente con una de las celebraciones más representativas de la provincia.   

 

“La Mama Antula nos da el ejemplo en esto, que fue peregrina y le cantamos como un peregrino. Es una laica, el papa Francisco lo dice bien claro: ‘no la hagan monja’, ella no es una monja, es una laica consagrada a Dios. Ella tomó la tarea de los jesuitas que fueron expulsados por el imperio español, con la tarea de los ejercicios espirituales. Fíjese esa herramienta que enseñó a usar San Ignacio de Loyola, fue la misma herramienta que usó el Santo Cura Brochero, en su parroquia de Traslasierra. Y fue también la obra de otra beata la madre Catalina, fundadora de las religiosas Esclavas del Corazón de Jesús. Y que colaboró con el cura Brochero en los ejercicios espirituales”, comentó el prelado ante la concurrida misa central. 

 

Y remarcó: “El mensaje de la Mama Antula es miren a Cristo, escúchenlo, en todos los ámbitos, en los jóvenes, en nuestras familias, en los políticos, en aquellos que tienen el poder de decisión, tanto en nuestro país como en el mundo, que puedan escuchar la palabra de Dios y obrar en consecuencia. Como nosotros en nuestra vida cotidiana debemos poder escuchar la Palabra de Dios”, expresó en su homilía Martínez Ossola.  

 

En la homilía se hizo alusión al camino a la santidad de María Antonia de Paz y Figueroa 

 

En el mensaje a la feligresía, el obispo auxiliar se refirió a la celebración del santo camino que optó la beata María de Paz y Figueroa, durante todo su recorrido como laica consagrada. “Los que hoy vinimos esta vez como un tabor, como en ese monte donde se manifiesta la Gloria de Jesús. Cantamos, celebramos, nos encontramos, vivimos en alegría. Pero no podemos quedar a vivir aquí. Esto lo que vivimos hoy debe ser fuerza y combustible para vivir todo el año”, dijo Martínez Ossola. Además, remarcó: “Es el camino de santidad el que debemos seguir nosotros, recorriendo las calles de nuestro Santiago, siguiendo las imágenes de nuestra beata,  consagrados a una vida hacia los más pobres y a los más débiles”, mencionó para tomar ejemplo de la vida de la que hoy es referente de la provincia por su recorrido de fervor cristiano. 

Departamento Silípica
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