El pasado 20 de enero una cajera de supermercado murió en su puesto de trabajo de un infarto. Mónica Vásquez, quien trabajaba en un negocio de la ciudad de Concepción, en Chile, tenía 5 años y, según contaron sus compañeros, sufría de acoso laboral por parte de su jefe desde hacía tres.
A 3 semanas de la muerte de la cajera se enfrentan dos posturas muy diferentes que explican las circunstancias llevaron a Mónica Vásquez a sufrir un infarto. Por un lado, las explicaciones de Karen González, presidenta de la Federación Nacional del Trabajador y por otro, el comunicado del supermercado que desmiente sus dichos
La primera, por su parte, aseguró que Mónica “estaba sufriendo de acoso laboral hace tres años”. “Se presentaron las denuncias correspondientes. Se presentaron códigos de ética ante la empresa contra el administrador y directamente al jefe de Caja. No hubo respuestas favorables”, afirmó la representante quien dio más detalles.
Según Karen, el jefe de la víctima tenía al resto de sus compañeros amenazados. “La Inspección (del Trabajo) tampoco constató este acoso, ya que los trabajadores tenían mucho miedo, porque el jefe siempre amenazaba a los cajeros: si hablaban algo, podían ser desvinculados”, informó González quien aseguró que el hombre ignoraba también los certificados médicos
Según informaron, Vásquez tenía un certificado médico que acreditaba que presentaba “problemas en sus piernas, por lo que requería trabajar en las cajas comunes de supermercados, es decir, sentada”. Sin embargo, en enero trabajó 17 días, de los cuales 14 los pasó en las cajas de autoservicio. Cuando pidió trabajar sentada, su solicitud fue ignorada, publica La100Radios.com.
“Mónica presentó certificados médicos; tenía algún grado de dificultades en sus piernas, no podía trabajar de pie y eso se fue agravando en los últimos meses. Volvía, cada cierto tiempo, a actualizar su certificado médico, pero el jefe de Caja no la tomaba en cuenta, la trataba mal; le vulneraba sus derechos fundamentales”, agregó Karen.
Cuando el 20 de enero, la cajera le solicitó nuevamente que no la enviará más a las cajas de autoservicio pero él “la gritoneó, la trato muy mal y la mandó a que se fuera instalar”. “Ella se sintió muy ofuscada, les mandó unos audios a sus compañeras, también le pidió ayuda al dirigente sindical, porque ya no aguantaba más la situación y se fue directamente a su caja”, explicó Karen.
Fue ese mismo día, alrededor de las 15:30 que Mónica tuvo un paro cardiaco fulminante. “Sus compañeros quedaron todos muy afectados con esta situación. El local se cerró. Hubo contención, pero solamente ese día”, describió González quien ya tomó las acciones legales correspondientes.
