El joven chino que aseguraba haber sido vendido por sus padres biológicos y rechazado tras volver a encontrarlos, se suicidó. Ocurrió el lunes pasado en la provincia meridional de Hainan.
En la madrugada del lunes, el adolescente de 17 años llamado Liu Xuezhou publicó una carta de despedida en la red social china Weibo. En ella contó que sus papás lo habían vendido cuando era un bebé a otra pareja, que murió cuando él tenía cuatro años, y que les pidió ayuda a sus progenitores para alquilar o comprar una casa ya que no tenía dónde vivir, pero ellos no aceptaron.
Por último, Liu dejó publicada la ubicación en donde se encontraba. Con esa información sus seguidores les avisaron a las policías de la zona. Un familiar del adolescente contó que el joven tomó medicamentos en la playa de Sanya y que el cuerpo fue hallado por personas que vieron su mensaje en Internet.
Liu Xuezhou se hizo viral en diciembre tras publicar un video en Douyin (versión china de TikTok) pidiendo ayuda para encontrar a su familia biológica tras ver en las noticias un caso similar al suyo en el que un niño secuestrado hace 14 años se había reunido con sus progenitores.
El chino declaró que había sido vendido por sus papás a los tres meses de vida. Una pareja lo crió hasta sus cuatro años cuando murieron en un accidente causado por una explosión de fuegos artificiales. Tras quedar huérfano, se mudó con sus abuelos adoptivos.
La búsqueda dio sus frutos y gracias a las puedas de ADN, la policia de Datong consiguió encontrar a sus padres biológicos. Sin embargo, ambos le pidieron no volver a contactarlos dado que ya tenían nuevas familias y él perturbaba sus vidas. Además, le aseguraron que no le darían apoyo económico porque ya era un adulto, publica Tiempo Sur.
Liu habló con su papá biológico por medio de Douyin y le manifestó: “No puedo entender por qué dijiste que perturbé tu vida. Fuiste tú quien hizo que mi vida entera fuera un desastre”. Luego de que el joven se quitara la vida, los padres biológicos lo bloquearon de las redes sociales y no aceptaron entrevistas con los medios locales.
Familiares de los padres adoptivos explicaron que en su momento la pareja pagó 27.000 yuanes por la compra del bebé. “El abandono y el tráfico de niños puede ser enjuiciable y, si la policía encuentra pruebas suficientes, los padres biológicos podrían ser formalmente acusados”, confirmó Zhou Zhaocheng, un abogado de Pekín.
