La actividad física y los deportes cumplen un papel central para poder contribuir al cuidado de la salud y el bienestar general. Tanto para las personas que ya lo practican como para los que inician, buscan establecer una rutina específica al respecto.
Sobre esta temática, brindó algunos datos y recomendaciones la profesora en Educación Física, Micaela Pereyra.
En primera instancia indicó que la práctica deportiva aporta muchos beneficios para la salud y la calidad de vida, en el cual:
-Ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de sobrepeso u obesidad.
-Disminuye el riesgo de enfermedades crónicas, como trastornos metabólicos y cardíacos.
-Fortalece los huesos y músculos.
-Alivia el estrés, mejora el sueño y la salud mental. Ayuda a combatir posibles crisis de ansiedad o de depresión.
-Aumenta la autoestima. Da seguridad respecto al cuerpo y su aspecto.
-Es socializador, favorece el compañerismo.
“Lo más importante es cambiar la mentalidad y vencer esos pensamientos que impiden mantener el hábito”, remarcó.
Entonces, lo que se puede hacer al respecto:
-Buscar una motivación.
-Elegir un programa de entrenamiento, el cuál esté guiado por un profesional.
-Empezar suave y avanzar de manera gradual. Cabe aclarar que es conveniente empezar poco a poco, de tal manera que el cuerpo se pueda adaptar sin exponerse a lesiones.
-Establecer un espacio y un horario para la práctica.
-Adoptar otros hábitos saludables. “Con esto me refiero mejorar el estilo de vida a nivel general ya que es clave para conseguir buenos resultados con la práctica deportiva, siendo posible acudir a un profesional en nutrición para planificar una dieta de acuerdo a las necesidades”, indicó Pereyra.
Por otro lado, hizo referencia a cuáles son las rutinas que más pueden desarrollarse para personas que inician en esta práctica, para bajar o mantener el peso: “Se puede hablar de dos grandes grupos: los movimientos aeróbicos y anaeróbicos. En términos generales, el primero se concentra en ejercicios de menor intensidad y larga duración. Y el segundo, se orienta a la fuerza, son de menor duración y mayor intensidad. Ambos estilos son efectivos al momento de diseñar una rutina de ejercicios”.