La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, condenó el desalojo y la demolición de una casa en el barrio de Sheikh Jarrah de Jerusalén Este.
Las fuerzas israelíes asaltaron violentamente la casa a las tres de la madrugada, mientras los miembros de la familia Salhiyya, entre ellos una mujer mayor y un niño pequeño, estaban durmiendo. Varios integrantes de la familia fueron heridos por los soldados. En cuestión de horas, la casa de los Salhiyya y sus posesiones fueron destruidas, borrando todo rastro de sus casi 40 años en el barrio. La familia Salhiyya, que ya había perdido su lugar de residencia como consecuencia del conflicto de 1948, se encuentra ahora de nuevo desplazada, buscando refugio una vez más, informa la ONU.
Sólo en Sheikh Jarrah, decenas de familias de refugiados palestinos (más de 200 personas, muchas de las cuales son niños) están ante amenaza inminente de desalojo.
La UNWRA hace un llamamiento a las autoridades israelíes para que detengan inmediatamente todos los desalojos y demoliciones en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este y recuerdan que de acuerdo con el derecho internacional el traslado forzoso de personas protegidas está estrictamente prohibido.
