En Tonga, continúa la evaluación de los daños en las islas más pequeñas tras la erupción del volcán y el tsunami que provocó, mientras las autoridades advierten del peligro de respirar cenizas o beber agua contaminada.
Hasta el momento se han confirmado tres muertos, dos tonganos y otro británico. Un centenar de casas han resultado dañadas y 50 totalmente destruidas.
En la isla de Tongatapu, donde está la capital, hay daños a las infraestructuras, sobre todo en las zonas costeras, pero los centros médicos están funcionando con normalidad.
“Para evitar las consecuencias de las cenizas, hay que permanecer en interiores, llevar mascarilla si se sale y beber solo agua embotellada”, dijo el portavoz de la OMS.
Todavía no se ha podido completar las evaluaciones de daños por la imposibilidad de acceder por vía aérea al archipiélago, que está compuesto por 169 islas, y el corte de las telecomunicaciones por internet, publica la ONU.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó que preocupa especialmente la situación en las islas de Mango y Fonoi, prácticamente a nivel del mar y desde las que se han emitido señales de auxilio. El gobierno ha enviado equipos de evaluación.
