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El País #Coronavirus

Los rugbiers presos por el crimen de Fernando, con síntomas de Covid y quejas por el calor

Durante este martes, a dos años del asesinato en Gesell, ninguno de los ocho imputados tendrá contacto físico con sus familiares.

Por TN.- A dos años del brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, los ocho jóvenes imputados por el crimen poseen una sola certeza y es que el juicio comenzará a desarrollarse el 2 de enero de 2023.

 

Para ese entonces, la situación de los acusados tampoco se modificará en cuanto a su detención. Permanecerán alojados en la Alcaidía N°3 de La Plata, en donde por estos días conviven bajo las mismas condiciones que en 2021.

 

Desde su entorno remarcaron que el hecho de que permanezcan aislados del resto de la población carcelaria “no es un beneficio sino más bien un resguardo a su salud”. TN detalló hace dos meses que los ocho temen recibir una venganza o ser agredidos en cualquier momento.

 

A dos años del crimen de Fernando Báez Sosa, los rugbiers no podrán ver a sus familiares

Este martes, en un nuevo aniversario del crimen del joven de 18 años, ninguno de ellos tendrá contacto con sus familiares y allegados, dado que el régimen de visitas les permite únicamente recibirlas los jueves.

 

Es por eso que, a dos años de la brutal golpiza que terminó con la vida de Báez Sosa, los imputados no gozarán de visitas especiales y deberán respetar lo que fue dispuesto al momento de resultar detenidos.

 

Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz se encuentran distribuidos en cuatro celdas contiguas con capacidad de dos cada una.

 

“Al igual que el resto de los detenidos reciben visitas una vez por semana, así como la recepción de mercadería, también proporcionada por sus familiares. La misma consiste en artículos personales”, se especificó oficialmente ante una consulta de TN.

 

Al igual que el resto de los reclusos, cuentan con algún momento de recreación en el patio, aunque deben permanecer cerca de 21 horas en sus celdas. “Tienen celulares y pueden comunicarse con sus seres queridos a través de ellos”, informaron.

 

La versión de un contagio masivo de COVID-19 de los rugbiers

Circuló en los últimos días la versión de que todo el grupo o al menos una parte había contraído el COVID-19, desencadenado por un brote del virus en la Alcaidía que despertó una incógnita: saber quiénes de los ochos estaban contagiados.

 

TN corroboró que “la mayoría tuvo síntomas” pero que a ninguno de ellos se lo hisopó, por lo que no hubo confirmación a través de testeos. “Así funciona para todos”, indicaron.

 

En cuanto a la convivencia, expresaron una nueva queja en relación a las altas temperaturas que acontecieron durante la semana pasada y la imposibilidad de refrescarse y combatir el calor.

 

“Tienen el mismo régimen que los demás internos, pero más ajustado porque el personal del servicio debe cuidar que nada les pase o les saquen fotos desde adentro”, sostuvieron desde su círculo íntimo.

 

La posibilidad de que los rugbiers sean trasladados y separados luego del juicio

Como se mencionó al comienzo de la nota, no cabe ninguna posibilidad de que alguno de los imputados pueda ser trasladado a otra unidad penitenciaria. Por lo menos hasta que se celebre el juicio, previsto para comienzos del próximo año.

 

Sin embargo, una fuente judicial aseguró que sí podrán ser separados luego de que se conozca la condena. “Hoy ningún director de penal los quiere recibir. Es una realidad. No hay ningún caso similar a este en donde tengan que moverse en bloque para resguardarse físicamente”, remarcaron.

 

“Cuando salga la condena, van a ser separados porque no hay ninguna cárcel que tenga una plaza de ocho para recibirlos a todos. Como sucede con todos los detenidos, se busca la cárcel más cercana a los domicilios para que las familias pueden visitarlos. Seguramente algunos irán al penal de Campana, pero otros no. Ahí es muy probable que se rompa el pacto de silencio. El hecho de que no estén todos juntos va a marcar un cambio muy importante”, reflexionó dicha fuente judicial en diálogo con TN.

 

Serán juzgados en enero de 2023 por homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas. Fernando Burlando, abogado de la familia Báez Sosa, pedirá para ellos la pena máxima: prisión perpetua.

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