Tenía un solo objetivo en esta etapa de su vida: huir de la policía para evitar ser detenido. Sabía que “se había mandado una macana” y que había sido denunciado por su pareja, luego que la golpeara y amenazara, entonces tenía que “estar seguro” en un hogar, resguardado. Pero pese a sus esfuerzos por permanecer prófugo, fue apresado.
Días atrás una mujer de 22 años se presentó en la sede de la Comisaría Primera del Menor y la Familia de la Capital, en una crisis de nervios. La misma presentaba lesiones en el rostro, temblaba ante los efectivos a lo que entre lágrimas, le reveló a los policías que “temía por su vida, porque estaba amenazada de muerte” y que el agresor, era su pareja.
El hecho se produjo en una vivienda del barrio Santa Rosa de Lima de la Capital. La damnificada compartía el inmueble con su pareja, de 23. Luego de mantener un cruce de palabras, este comenzó a agredirla físicamente. Le habría jurado, como en otras oportunidades, que la iba a matar. Le propinó, luego, una brutal paliza.
El agresor se dio a la fuga y la víctima pidió ayuda. De inmediato, la Unidad Fiscal de Violencia de Género dio intervención a los efectivos de la División Búsqueda y Captura de Prófugos y Evadidos de la Justicia para llevar a cabo la inmediata detención del sospechoso.
La “suerte” del agresor terminó en la mañana de ayer. El sujeto de apellido Jugo caminaba junto a sus hermanos por inmediaciones del barrio Juan Felipe Ibarra donde se refugiaba. Fue detenido y trasladado a sede policial, donde quedó alojado por el supuesto delito de lesiones y amenazas calificadas en perjuicio de su pareja. Será indagado en los próximos días por la Fiscalía.
