Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Policiales Andrea Hoyos, mamá de Nahiara Gorosito

???La espero todos los días, a las seis y media de la tarde es el peor infierno???

La joven universitaria esperaba el colectivo, cuando fue asaltada y asesinada de dos certeras cuchilladas que le perforaron el corazón.

 Nahiara Ayelén Gorosito era una estudiante universitaria de 19 años. Vivía en el barrio El Paraíso Ampliación de La Banda, junto a su madre —Andrea Hoyos— y su hermano —Lucas—. Fue asesinada de dos cuchilladas en el pecho, durante un asalto. Por el crimen de la joven, Diego Antonio Garzón, de 39 años, domiciliado en el barrio El Brete está detenido. 

Nahiara tenía una sonrisa inmensa y una mirada profunda. Soñaba con terminar la carrera universitaria que estudiaba. Deseaba poder darle un mejor futuro a su madre y hermano. Era el pilar fundamental de Andrea. 

Los sueños de Nahiara —que cumplía años en mayo— quedaron truncados la tarde del jueves 6 de enero. Se dirigía al gimnasio, como todos los días. Estaba esperando el colectivo, a casi una cuadra de su casa. De manera abrupta, se hizo presente en el lugar un sujeto. Según los investigadores, era Garzón. Empuñaba un cuchillo y enfrentó a la joven estudiante, para robarle el celular. 

Se habría producido un forcejeo. Nahiara intentó evitar el robo, según indicó el presunto homicida. Lo habría agredido físicamente, por lo este que reaccionó de manera violenta. Le asestó dos cuchilladas en el pecho. Le perforó el corazón. Luego, le robó el celular y se dio a la fuga. La víctima fue hospitalizada en el Regional Dr. Ramón Carrillo, donde fue intervenida quirúrgicamente. Finalmente, murió. 

Garzón fue detenido en la casa de su abuela, en la localidad de Ardiles —departamento Banda—. La Policía secuestró el celular y el arma homicida. El presunto autor del crimen reconoció haber sido él quien asesinó a la joven en el robo. 

El dolor que Andrea siente no la deja vivir, aunque trata de ser fuerte, las lágrimas —apenas pronuncia el nombre de su hija— ruedan por sus mejillas. “El dolor que tengo dentro de mí no se lo deseo a nadie. La pérdida de un hijo es irreparable. La espero todos los días. Llegan las seis y media de la tarde y es el peor infierno. Eso me rompe el corazón. Es escuchar las sirenas y las luces, a un paso y yo sin saber que la estaban matando en la esquina de mi casa”, reveló a Nuevo Diario Andrea. 

Al tiempo, agregó: “La escucho decir mamá y no poderla ayudar, me duele. No le deseo el mal a la familia, porque la pérdida de un hijo es algo que no se supera. Hay veces que estamos sentadas aquí y la veo —por Nahiara— parada en la puerta. O sentada al lado mío, en una silla. Que me diga ‘no le pongas azúcar —por el mate—’. Es como que ella está aquí sentada con nosotros. Entro a su pieza y al ver sus cosas, le hablo mucho. Es como que ella está en todo momento aquí”. 

“Lo conocíamos al tipo porque vendía golosinas en el colectivo o lo cruzábamos en el centro. Hay días como hoy que me cuesta mucho. Me cuesta horrores. Era mi única hija. Mi apoyo era. He luchado con su asma, con sus internaciones, la he sacado adelante con sus problemas de salud, para que le hagan esto. Es algo que no perdono”, remarcó la madre de la víctima. 

Posteriormente, en referencia al presunto homicida de Nahiara, reveló: “Me escribieron ‘perdón señora. Mil perdones por la basura de hermano que tuve. No tengo palabras. Yo entregué a mi hermano señora, porque también tengo hijos y es él quien tiene que pagar’. No culpo, porque no sabía quién era. Pero sí lo conozco, porque tomamos el colectivo aquí y él subía en el centro. Me lo cruzaba siempre. No sabía quién era, hasta que me dijeron ‘te acuerdas Andre, el vendedor ambulante que subía al colectivo y le comprabas varias veces alfajores, es él’. Cuando me enteré de que fue él, me quería morir. Porque conocía a mi hija. La conocía personalmente, la había visto varias veces”. 

“No sé lo que es la vida de antes. Era mi negra, mi princesa. Era mi todo. Era una chica que ayudaba en todo y a todos. Tenía una hermosa sonrisa, jamás de mal humor. Extraño todo de mi hija. El ‘mami constante de ella’. Mi hija iba a la universidad porque quería superarse. Siempre me decía ‘ma todo lo que hoy nos das, mañana te lo voy a devolver’. Siempre pensaba en el futuro”, contó Andrea y agregó: “Cuando me llaman a mí, si mi hija había aparecido, ya presentía que mi hija no volvía. Pero no me imaginaba que era aquí. No me imaginaba que era a media cuadra de mi casa. Me cuesta salir a la vereda y mirar hacia ahí. La había agarrado de los pelos y es como volver a imaginarse. No quiero saber nada. Quiero quedarme con el hecho de que a mi hija le he dicho ‘te amo mi princesa; te amo mi niña’ al oído. Mi hija me mira, doy dos pasos y se corta”. 

 

“Que los perdone Dios, porque yo no los voy a perdonar”

 

 Tras la detención de Diego Garzón, los familiares de este se contactaron con Andrea. Le enviaron mensajes a través de las redes sociales donde “pedían disculpas por el crimen”. Pero en su interior, el dolor de madre desborda a Andrea. 

“La hermana –de Diego Garzón- me manda mensaje diciendo ‘señora disculpe’. Ninguna disculpa. Ninguna disculpa a nadie. Perdón a nadie. No soy Dios para perdonar. Que los perdone Dios, porque yo no los voy a perdonar. No tengo por qué perdonarlos”, sentenció.

Luego, agregó: “Ella era una chiquita que no se iba a dejar dominar. Si ella te decía blanco, era blanco. Siempre le enseñé que no baje la cabeza por nadie. Nunca le he dicho si te llegasen a robar, entrega. Porque nunca imaginé esto”. 

Además, remarcó: “Ha sido un hecho mundial el caso de mi hija; pero la fama de mi hija no tendría que haber sido así. Tendría que haber sido en el paredón de la universidad y que diga: ‘Nahiara Gorosito licenciada’ y no asesinada. No tendría que haber estado ahí mi hija”. 

 

“La imagen de mi hija estará ahí”

 

 Una mujer, que reside en inmediaciones de la vivienda de Nahiara Gorosito, se encontraba en la parada de colectivos en el momento en que la joven estudiante fue atacada por Diego Garzón. Es la testigo clave de la causa. 

“A la que sí le voy a preguntar algún día, es haberse escondido detrás de un pilar y no haber socorrido a mi hija, a esa empleada de salud. Ella podría haber empujado, gritado o agarrado algo para tirarle al tipo. Ha dejado morir a alguien, por refugiarse detrás de un pilar. Ahora irá a la parada, esperará el colectivo y la imagen de mi hija estará ahí. Ella se preguntará ‘por qué no la he ayudado’”, puntualizó Andrea.

 

“Quiero preguntarle qué sintió cuando la acuchilló la primera vez”

 

 Entre lágrimas y apretando con sus manos un pañuelo de papel, Andrea trata de no perder la voz. La joven madre trata de encontrar una respuesta a la trágica muerte de su hija. Pero nada le dará el consuelo para superar la terrible pérdida. 

Al ser consultada sobre “qué le diría al homicida si lo tuviera delante”, reveló: “Le preguntaría si tiene hijos. Qué sintió cuando la acuchilló la primera vez y la segunda vez. Mirarlo a los ojos y preguntarle qué sentía cuando le atravesaba el cuchillo a mi hija. Si no pensó en que tenía madre, hermanas. Le haría mil preguntas”.

“Si te digo que quiero matarlo, no voy a ganar nada porque no me va a devolver a mi hija. Acusarlo o gritarle, no me va a devolver a mi hija. Porque mi hija no está. Sé que mi hija me diría ‘ya está mami, no te hagas problemas. Te vas a enfermar’. Hasta el día de hoy, al supuesto asesino lo tengo en mi cara. En mi frente. No me borro su imagen cuando subía al colectivo, su sonrisa; mi sonrisa. Con que me dé que es el asesino de mi hija, me parte en 10. Si a mi hija le partió el corazón, imaginate. Vivimos cerca, nos cruzamos varias veces en la calle. Para mí, como madre, él –por Garzón- no es. No es por la fisonomía, no es porque yo lo conozco, no es porque no tiene la ligereza para correr, no es porque la cara misma no coincide con el supuesto asesino del video. Para mí, el caso no está esclarecido. Lo he visto muchas veces al asesino a la cara y para mí, él no es”. 

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso