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Policiales #EnElParqueAguirre

Simulando ser policía, pidió agua a un sereno y luego lo fracturó a golpes

El agresor estaba junto a un cómplice. La víctima terminó inconsciente, con lesiones en el pecho, la cabeza y las extremidades superiores.

 Mario es un sereno de 43 años, que vive en el barrio Virgen de Guadalupe de la Capital. Estaba trabajando, cuando fue sorprendido por dos sujetos: uno de ellos dijo que “era policía” y le habría mostrado una credencial. Luego, junto a un cómplice, le propinó una paliza que casi le cuesta la vida. 

En los últimos minutos del lunes, Mario, quien trabaja como custodia desde hace aproximadamente 20 años, reemplazaba a un compañero que se encontraba de franco. Iba a salir a las seis de la mañana del martes. Pero en medio de la noche, antes de la una de la madrugada de ese día se presentó en la obra que custodia, en inmediaciones del Cristo Redentor, en el parque Aguirre, un sujeto. 

Vestía una chomba a rayas y un pantalón floreado. Se acercó al trabajo de Mario y se identificó como policía. Le dijo que “era funcionario policial”. Posteriormente, para dar credibilidad a sus dichos, el sospechoso le habría mostrado a Mario una supuesta credencial que lo acreditaba como supuesto efectivo de la fuerza de seguridad. De inmediato, el desconocido le pidió que le invitara un vaso con agua. 

Confiado, el sereno le pidió que lo esperara unos minutos y que le traía el agua. Se dio vuelta para dirigirse hasta dónde tenía guardado el vital líquido, cuando de manera imprevista desde el sector donde están guardadas las maquinarias apareció un desconocido. Este sujeto solo vestía un short deportivo y zapatillas. El mismo le dio  un golpe por la espalda. Lo derribó al piso y, en ese momento, comenzaron a propinarle golpes de puño y puntapiés en la cabeza y el pecho. 

El supuesto policía le habría manifestado a Mario: “Entreganos la 9. Sabemos que tienes una 9”. En alusión a que el sereno tendría una pistola. De inmediato, el trabajador solicitó que cesaran con las agresiones y trató de explicarles que “no tenía ninguna arma de fuego en el lugar”. Lo que desató la furia de los dos agresores, quienes lo atacaron con un palo. Le produjeron una fractura en la muñeca a la víctima. Mientras continuaban propinándole trompadas y patadas en diversas partes del cuerpo. 

Luego, el supuesto efectivo extrajo un celular y mientras Mario estaba en el piso malherido, comenzó a filmarlo. Le habría manifestado: “Dale p… parate y entreganos la 9. Vamos a hacer que venga la Policía y que requisen todo el lugar, vas a ver que van a encontrar la 9”. En ese momento, un muchacho que realizaba actividad deportiva junto a su padre habrían divisado la paliza que los agresores le estaban propinando a la víctima. Por lo que decidieron mediar. 

“Ya está. Dejen de golpearlo así, vamos a llamar a la Policía”, le habrían dicho padre e hijo a los agresores. Por lo que estos respondieron: “Ustedes no se metan. Nosotros somos policías”. De inmediato, el joven simuló comunicarse con el personal policial, por lo que los atacantes se dieron a la fuga del sitio a bordo de un automóvil de manera rauda. 

Padre e hijo auxiliaron a la víctima y solicitaron la presencia del personal del Sease 107, por lo que la víctima atinó a llamar a su hermano y le contó lo sucedido. Luego, quedó inconsciente tendido sobre el piso. 

Fue asistido en el hospital Regional Dr. Ramón Carrillo, donde se determinó que presentaba una fractura en la muñeca y politraumatismos en diversas partes del cuerpo; por lo que se le practicaron las curaciones pertinentes. 

Posteriormente, se radicó la denuncia penal correspondiente en la sede de la Comisaría Comunitaria 1, que por disposición de la Unidad Fiscal de la circunscripción Capital interviniente, se iniciaron las averiguaciones pertinentes para lograr aprehender a los agresores.

 

“Si no fuera por estas personas que me ayudaron, me mataban a golpes”

 

 Mario aún se encuentra conmocionado por la situación que le tocó vivir. Es la primera vez que sufre una brutal agresión. Durante los aproximadamente 20 años que se dedica a trabajar como sereno, donde se desempeñó realizando custodias en lugares “complicados”, jamás sufrió un inconveniente. Hoy, siente temor. 

“Pensaba que me mataban de la forma en la que me pegaban y no me soltaban. Uno llegó y me hizo ver una credencial que era policía. Cuando me arrimo para ver, el otro me pega una piña. Me tiran al piso y comienzan a pegarme patadas. Me sorprendió que ellos me dijeran que sabían que ‘yo tenía una 9’. Les dije que ‘no tenía nada’. Ellos insistían que ‘les entregue la 9’. Pensaba que me moría, cuando bajó un chico de la zona del Cristo y le dijo que ‘dejaran de pegarme, que había visto todo con el padre’. Luego, le dijeron que ‘no se metan porque ellos eran policías’”, arrancó manifestando el sereno.

Al tiempo, agregó: “Si  no fuera por estas personas que me ayudaron, me mataban a golpes. Me mataban en el piso. Se fueron y le pedí al chico que me ayudó, que llame al Sease porque me sentía mal. Luego, tuve pérdida de conocimiento. Me pegaban patadas en el pecho y en la cabeza; me hicieron radiografías y me salió que son solo golpes”. 

Finalmente, remarcó: “Hace años que trabajo como sereno y nunca me pasó una situación así. Estuve en lugares feos y jamás tuve problemas con nadie. Estoy muy agradecido con las personas que me ayudaron, ojalá que pueda contactarlas para que declaren lo que vieron. Son los testigos de todo esto  que me pasó”. 

 

 “A mi hijo casi lo mataron a patadas”

 

 Lidia es la madre de Mario, el sereno que sufrió una salvaje agresión en su trabajo por parte de dos desconocidos. La mujer solicitó que “se haga justicia” y agradeció a las personas que auxiliaron al trabajador. 

En diálogo con Nuevo Diario, Lidia remarcó: “Si no estaba este padre y su hijo, que gritaban, a mi hijo lo mataban a patadas. Lo dejaron tirado ahí. Mi hijo lo único que estaba haciendo es trabajar y le sucedió esto. Siento mucha bronca e impotencia por todo lo que pasó”.

“No sabemos si todo fue por un robo o por deporte. Esperamos que alguien nos dé una respuesta de todo lo que sucedió. Esperamos que se detenga a los agresores”, puntualizó la madre de Mario. 

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