INGREDIENTES:
Papas 3
Aceite de girasol 1 L
Sal al gusto
PREPARACIÓN:
Para empezar, es importante elegir la calidad de la papa. Las mejores variedades son las Monalisa y la Kennebec, entre otras. Por lo menos, hay que comprar papas que sean para freír y no de las variedades que resultan mejores para cocer o guisar.
Pelá las papas y cortalas en rodajas de 1 cm de grosor, aproximadamente. Cortá cada rodaja en varitas de 1 cm de ancho y unos 5 de largo.
Una vez cortadas, se recomienda dejarlas en remojo en un plato hondo por 15 minutos. Así evitamos que se pongan marrones como consecuencia de la oxidación, y además, eliminamos parte del almidón que tienen, evitando así que al freírse se peguen unas a otras.
Espolvorear ligeramente las papas, tras su remojo, con un poco de sal fina.
Tras mezclar bien, removiendo las papas con las manos, procedemos a freírlas. Utilizar aceite de oliva virgen extra y freírlas en dos tiempos, a dos temperaturas. Para ello se necesitan dos sartenes. Una para la primera parte del proceso en la que freiremos las varitas de papa a 140º durante unos 7 u 8 minutos, y otra para la segunda fase, en la que doraremos y dejaremos crujientes las papas friéndolas a 190º durante unos cinco minutos más.
Una vez fritas, probamos una y espolvoreamos más sal si es necesario.