El empleado de un gremio se dirigía antenoche a cumplir sus tareas laborales en un polideportivo del sindicato, ubicado en la localidad de El Zanjón, departamento Capital.
A poco de descender en su vehículo desde la Ruta Nacional 9 hacia el camino conocido como Ruiseñor, un hombre se interpuso en su camino y con los brazos en alto que batía desesperadamente, le hacía señas que parara. Habían pasado pocos minutos de las diez de la noche. El empleado detuvo la marcha, ocasión en la que le dijo que una mujer pretendía “hincarlo” con un cuchillo. Efectivamente, a pocos metros y desde medio de las penumbras apareció una mujer que, a simple vista, aparentaba estar bajo los efectos de sustancias tóxicas, y manifestó que el hombre “no le quería pagar”, sin brindar mayores detalles.
El sereno escuchó a ambos, pero no quiso intervenir para evitar inconvenientes y luego siguió viaje hasta su trabajo. Al llegar al predio decidió comunicarse con la Policía. Los uniformados se entrevistaron con el hombre, quien contó lo sucedido. Realizaron un rastrillaje por el lugar indicado y en las inmediaciones, pero no encontraron a nadie. No obstante, un cuidador de una de las propiedades de la zona habría manifestado que vio a la pareja hablar y presuntamente habrían llegado a un “arreglo”. Seguidamente, ambos se retiraron de la zona con rumbos distintos.
