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La Provincia #FeYReligión

Tras reabrir el templo, confirman que este año San Esteban no peregrinará a Sumamao

Los Juárez, conmocionados por la situación,

lo anunciaron en exclusiva a Nuevo Diario.

Ayer, tras 20 meses, el templo de San Esteban de la ciudad Capital reabrió sus puertas para sus devotos. Reacondicionado y puesto en valor, durante este tiempo la familia Juárez, de Maco, pintó y realizó trabajos de mantenimiento en todas las instalaciones de la capilla. 

Ely y Juana Juárez dialogaron con Nuevo Diario, emocionadas por este regreso y anunciaron que el tradicional traslado de San Esteban a Sumamao, en Silípica, este 26 de diciembre próximo no se llevará a cabo. 

Ante la presencia de los seguidores de San Esteban, Ely aseguró: “Estamos emocionadísimos de recibirlos, pidiendo perdón a la gente por la situación que ha escapado a nosotros. Abrimos tras casi dos años, pero todo escapó a nosotros”. Conmocionada por esta situación, rompió en llanto y pidió “perdón porque no podíamos abrir, no debíamos abrir, cumplíamos con protocolos y gracias a Dios, nuestro santo abre su capilla y no dejamos de pedirles a los devotos que se cuiden, que nos cuidemos entre nosotros porque la pandemia sigue vigente”. Sobre la fiesta patronal de San Esteban, anunció en exclusiva a Nuevo Diario: “Hemos decidido que este año nos quedaremos y no peregrinaremos a Sumamao” y explicó: “Para irnos, no somos ni 100 ni 1.000 personas, somos más de 20.000 y la familia Juárez no podrá garantizar la seguridad sanitaria de todos; no podremos controlarlo porque San Esteban es hermandad y ya no podemos compartir nuestros objetos personales”.

Agregó: “Durante este tiempo nos abocamos a refaccionar en Maco, como no pudimos cruzar a Silípica el templo de ahí no está en condiciones de recibirnos y no dan los tiempos para ir a trabajar y acondicionar Sumamao. Así que en diciembre, para su fiesta, San Esteban estará esperando a su gente aquí, en Maco” y cerró asegurando: “Esperamos tener la comprensión de todos, que nos entiendan por qué”. 

Juana, por su parte, expresó: “Han sido dos años muy tristes porque no estábamos acostumbrados. Fue emocionante que la gente se llegue todos los días hasta el portón para saludar” y concluyó: “Si Dios quiere, vamos a poner todo nuestro esfuerzo para poder volver a Sumamao”.

Religión
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