Luego de las altas temperaturas (de hasta 40 grados), finalmente llegó el alivio a la provincia.
Las precipitaciones comenzaron cerca de las 17, poniendo fin a lo que fueron varias semanas de incendios forestales, no sólo en el departamento Capital, sino también en varios lugares del interior santiagueño.
El Servicio Meteorológico en su alerta había vaticinado tormentas, algunas de ellas localmente fuertes, con caída de granizo.