El dólar libre alcanzó ayer un nuevo récord histórico en la Argentina: 196 pesos, 2 pesos por encima del cierre de $ 194 del lunes. De este modo, la brecha entre la cotización paralela y el dólar mayorista que cerró en $ 99,56, se acercó al 97 por ciento.
La suba de la cotización paralela convive, por ahora, con una importante presión de la demanda en los dólares financieros que en algunos casos llegan a los $ 199,70 por dólar.
Con el movimiento de ayer, el billete registró un avance apenas superior al 16% en lo que va del año, bien por debajo del 37% de inflación acumulada en los primeros nueve meses del año.
El dólar contado con liquidación implícito en el bono Global 2030, que no es intervenido por el Banco Central, cerró en los $ 200 ayer. Otra cotización del liqui implícita en el bono Bonar 2030 se intercambió a $ 181,39, pero solo se pueden operar U$S 15.000 por semana con esa especie, lo que deja a los mayoristas fuera del mercado.
Las presiones cambiarias se acumulan a pocas semanas de las elecciones legislativas de noviembre. Un cóctel de necesidades de financiamiento que el Tesoro no logra cubrir más que con emisión monetaria, incertidumbre respecto a un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y señales de mayores controles a las distintas cotizaciones cambiarias alimentan la dolarización de los inversores argentinos.
En el segmento minorista, la cotización del Banco Nación fue de $ 98,75 para compradores y $ 104,75 para el tipo vendedor.
