Las temperaturas altas se hacen presentes con el paso de los días primaverales en la “Madre de Ciudades”, es por eso que el profesor e instructor físico, Juan Abdala, indicó que la medida básica de consumo de agua en climas cálidos “es de dos litros por día, pero esto se debe aumentar cuando las temperaturas son más elevadas, al hacer ejercicio o en casos de fiebre”.
“Las embarazadas y mujeres lactantes precisan beber más, lo mismo que aquellos que padecen cálculos renales o retención de líquidos”, explicó el profesional.
Por otra parte, el profesor Abdala explicó que “las fuentes de agua de nuestra dieta son fundamentalmente tres: los líquidos de las bebidas, el agua contenida en los alimentos ingeridos y el agua que se produce durante la metabolización de los hidratos de carbono, la grasa y las proteínas que consumimos diariamente”.
“Muchos expertos recomiendan tomar hasta medio litro de agua una hora antes de empezar y beber un vaso de agua cada 20 minutos si es posible para recuperarla”, aseveró Abdala a Nuevo Diario.
“La deshidratación es un riesgo que se corre cuando se realiza una actividad física con alta temperatura ambiental”, cerró advirtiendo el profesional de gimnasia.
Además, Abdala precisó que “no es recomendable realizar ejercicios al aire libre o espacios que no cuenten con un ambiente climatizado, debido al riesgo que conlleva por posibles golpes de calor o baja de la presión arterial”.
