Las Dras. Érika Leguizamón y Cecilia Larred, representantes del Ministerio Fiscal, presentaron la requisitoria de elevación a juicio, en la causa que se sigue a un empleado público, al que se acusa de haber abusado sexualmente —hace más de 15 años— a dos primas, hermanas entre sí, ambas médicas.
Tal planteo también fue concretado por la querellante Aída Farrán Serlé, quien representa a las supuestas víctimas.
Fiscalía y querella consideran que la investigación penal preparatoria ya concluyó y requirieron que el sujeto sea juzgado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante.
El inicio de la causa
La causa se originó el año pasado, cuando la mayor de las denunciantes (28 años) manifestó que cuando era menor fue víctima de tocamientos indebidos y de acceso carnal por parte de su primo, en ocasiones que frecuentaban el domicilio de su abuelo, que se sitúa en el capitalino barrio Huaico Hondo.
Luego de realizada dicha denuncia, la hermana de la denunciante —de 27 años— también acusó a su primo, pero afirmando que en su caso los abusos fueron tocamientos en sus partes íntimas y que los hechos se reiteraron durante varios años.
La defensa se opone
Notificada de tal requerimiento, la Dra. Soledad Schejtman —abogada defensora del inculpado— se opuso e instó a que se dicte el sobreseimiento para su representado.
Al momento de ser indagado, el sujeto dijo ser inocente respecto de los hechos denunciados, y aseveró que las denuncias en realidad obedecen a conflictos familiares de antigua data, que están probados en cartas documentos que acreditan la interna familiar que menciona.
Los argumentos
La letrada sostuvo que el pedido de sobreseimiento reposa en que “se denunciaron hechos supuestamente acaecidos hace más de 15 años, momento en que estaba vigente el antiguo Código Penal, que no establecía causales de suspensión de la prescripción de abuso sexual en menores. Siendo así, los hechos denunciados están absolutamente prescriptos, atento al tiempo transcurrido sin que ambas radiquen denuncia, a lo que se suma la imposibilidad de una investigación eficiente ya que no es posible efectuar por ejemplo examen ginecológico y otros medios de prueba para lograr una mejor investigación”.
“Además, ambas dicen que el primo habría iniciado los abusos siendo menor, por lo que al margen de su inocencia, tal minoridad coloca a mi cliente en una situación que lo exime de responsabilidad penal”, acotó.
