Bajo el lema “Mama Antula, misionera del consuelo de Dios”, la beata santiagueña volvió a congregar a cientos de fieles y peregrinos desde distintos puntos de la provincia, en lo que fue la cuarta peregrinación al santuario de María Antonia de Paz y Figueroa, que recorrió el Camino Real hasta la localidad de Villa Silípica.
Antes de partir, el párroco del santuario expresó: “Hoy caminamos hacia el santuario. Mama Antula es misionera del consuelo de Dios”. Y pidió ante los fieles presentes: “Alcánzanos del Padre las gracias necesarias para vivir como discípulos y misioneros de su Reino”.
La emocionante jornada, que se pudo realizar después de varios meses por la pandemia, inició desde las primeras horas de ayer con la convocatoria de agrupaciones y peregrinos en el sur de la “Madre de Ciudades” y cerca de las ocho de la mañana partió la caravana movilizada por la inmensa fe y devoción hacia la beata santiagueña. “Hace más de un año que esperábamos este reencuentro, estamos agradecidos con Dios porque todo esté volviendo a la normalidad y hoy pediremos para que la situación continúe mejorando y no debamos lamentar más muertos ni volver atrás”, comentó a Nuevo Diario Miryam, catequista de la ciudad de La Banda.
Durante el recorrido, hubo paradas para almorzar, meditar, rezar y recordar la vida y obra de Mama Antula.
Los fieles llegaron desde diferentes comunidades religiosas y participaron junto a agrupaciones gauchas y devotos que se unieron en vehículos. Acompañaron en la oportunidad imágenes de diferentes advocaciones.
