Al menos 350.209 personas murieron en el conflicto de Siria entre marzo de 2011 y marzo de 2021 según un análisis de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, que advierte que el número real de muertos es mucho mayor.
La ONU solo incluye las personas de las que se conoce el nombre completo y el lugar donde fallecieron. Entre los identificados hay 26.727 mujeres y 27.126 niños, que suponen una de cada 13 víctimas.
Michelle Bachelet explicó que valoran esta cifra de 350.209 como “estadísticamente sólida, basada como está en un trabajo riguroso”. “Pero no es -ni debe considerarse- una cifra completa. “Indica un número mínimo verificable, y es sin duda un recuento inferior al número real de asesinatos”.
Es la primera actualización del recuento de víctimas que hace la ONU desde 2014, cuando las condiciones se volvieron más complejas y peligrosas, e impidieron seguir con el trabajo, precisa la ONU.
“Detrás de cada muerte registrada había un ser humano, nacido libre e igual, en dignidad y derechos. Debemos hacer siempre visibles las historias de las víctimas, tanto a nivel individual como colectivo, porque la injusticia y el horror de cada una de estas muertes deben obligarnos a actuar”, sostuvo Bachelet.
La Oficina ha comenzado a procesar información sobre los responsables de las muertes, qué tipo de armamento se usó y si las víctimas eran o no civiles.
