“Al principio, cuando me llegó la noticia de que estaba detenido, no terminaba de creer. Me largué a llorar porque veía tan lejos esto de que él (por el acusado) pudiera estar detenido. Fue una sensación muy linda”, arrancó diciendo una joven de 21 años, residente en la ciudad de La Banda.
El calvario que la víctima comenzó a vivir inició cuando tenía 11 años. El agresor —la actual pareja de su madre— convivía con ella. Según consta en la denuncia realizada en sede de la Comisaría Segunda del Menor y la Familia Banda, el agresor la habría abusado sexualmente en reiteradas oportunidades.
Los ataques sexuales se produjeron cuando su madre no estaba en la casa. La hostigaba psicológicamente, la perseguía y la abusó en reiteradas oportunidades, para luego decirle que no le dijera a nadie lo sucedido. Mientras, intentaba “comprar” su silencio ofreciéndole regalos.
Con el paso del tiempo, la víctima logró reunir la fuerza necesaria para afrontar el calvario que vivía. Les contó a sus familiares lo que estaba pasando y, en su abuela, tías y primas, encontró el apoyo que necesitaba para radicar la denuncia. Se presentó en la comisaría y, tras contar los abusos que sufrió, le puso fin a su calvario.
El agresor finalmente fue apresado por la Policía, a requerimiento de la Unidad Fiscal de Abusos Sexuales de la Circunscripción Banda y Robles. Ahora el sujeto será enjuiciado por los abusos cometidos contra la joven.
En diálogo con Nuevo Diario, la víctima reveló: “Siento que ahora realmente está empezando todo. Pero me ha motivado para no volver atrás, ya que estaba triste, angustiada. Ahora veo todo positivo, me dan ganas de seguir y no llorar más. Es una mezcla de sentimientos”.
“Gracias a Dios está detenido. Es un proceso de sanación, que gracias a Dios me está fortaleciendo mucho. Todo este dolor que sentía, cada vez es más leve, obviamente es porque él está detenido”, sentenció la damnificada.
El depravado se encuentra acusado del supuesto delito de abuso sexual y fue indagado por la Fiscalía que interviene en el caso.
Mientras que la joven damnificada comenzó a recibir la asistencia psicológica correspondiente para afrontar la traumática situación y continuar con su vida.
La Policía continúa con las averiguaciones del caso.
“Al principio me sentía culpable de todo”, confesó
“Al principio me sentía culpable de todo. Siendo chica no usaba ropa que pudiera mostrar mi cuerpo. Siempre trataba de cubrirme lo más que podía, por el simple hecho de que sentía que lo que me había pasado en la niñez, me podía volver a pasar”, confesó en medio de su dolor la joven que se animó a denunciar a su padrastro por los abusos sexuales que sufrió.
“Que no tengan miedo”
Al tiempo que agregó: “A las víctimas les diría que no tengan miedo de hablar, que siempre va a haber alguien que crea en ellas. Que hablen, no huyan. Que confíen en Dios. En mi caso, sigo adelante porque confío en Dios, que nunca me ha abandonado. Tienen que seguir adelante siempre y no quedarse con el miedo. No se tienen que quedar calladas, aguantando ese dolor”.
“Pensé que iba a tener el apoyo de mi hermana”, reveló la víctima
Casi con la voz quebrada por la conmoción de la noticia, la joven víctima reveló: “Cuando le conté a mi hermana lo sucedido, una semana antes de la discusión que tuve con él, ella me dijo: pensá en nosotras, que si él no trabaja, en casa no come nadie. Pensaba que mi hermana me podría decir: ‘te apoyo, confío en vos’. Pero desde ese momento prácticamente se puso del lado de su padre. No he vuelto a tener de parte de ella un apoyo”.
Al tiempo que agregó: “No creo poder olvidarme todo lo que he vivido en mi niñez. Pero sí quiero cerrar este capítulo tan terrorífico de mi vida y es como que estoy tratando de volver a nacer. Porque si sigo pensando todo el tiempo en lo que me ha pasado, jamás voy a poder progresar como persona”.
