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Opinión #Opinión

Definiciones sobre nuestro rumbo

A lo largo de los años el mundo cambió en muchos sentidos. Una muestra de esto se relaciona con la evolución de los Sistemas Económicos.

Hay diferentes sistemas económicos, los mismos son determinados por como definen quienes son los dueños de los recursos que posee una economía. Luego por la forma en la cual estos son asignados.

 

En un extremo tenemos el sistema económico que se denomina “Capitalismo de Mercado” donde todo es de propiedad privada y el estado deja que los recursos, la producción y el consumo sean asignados libremente por la oferta y la demanda.

 

Esta interacción (de oferta y demanda) determina precios, los cuales brindan información libre sobre la valoración que tiene la sociedad de los distintos bienes y servicios, por ende ayudan a los individuos y empresas a tomar decisiones de consumo y producción en una realidad en que el estado no interviene, salvo en casos muy específicos.

 

En el otro extremo está el sistema económico que se denomina “Socialismo Centralmente Planificado” donde todo es del Estado, quien a la vez decide qué producir, cómo producir y cómo distribuir la producción. En este sistema el estado impone plenamente su voluntad sobre las voluntades individuales.

 

En la vida real, las economías tienen lo que se denomina “Sistemas Económicos Mixtos”, que se encuentran entre ambos extremos mencionados. En las últimas décadas la mayoría de las economías del mundo han tendido hacia el sistema Capitalista de Mercado. Aclaro, no al sistema en sí; pero en esa dirección. Dejando algunas excepciones muy puntuales hacia el otro extremo del Socialismos Centralmente Planificado. La pregunta en este sentido sería: ¿Por qué?

 

Ciertamente no hay una sola explicación ni motivo.

 

Hemos mencionado en notas anteriores, la importancia de los incentivos para el desarrollo individual y por ende de una economía como un todo. En este aspecto, la libertad en las decisiones de producción y consumo genera que los incentivos a la superación se potencien, pues tenemos que salir adelante contra viento y marea si queremos progresar, desplegando todos los recursos internos y externos para este fin.

 

A su vez, estos incentivos aumentan la productividad, pues si queremos progresar debemos ser productivos y avanzar en nuestros caminos tomando riesgos y decisiones que serán premiados o castigados por el mercado; lo cual genera un proceso de aprendizaje para continuar con el ciclo de crecimiento.

 

En estos sistemas, los Gobiernos se han especializado más en resolver temas orientados a educación, salud, justicia y seguridad dejando básicamente al sector privado que definan en sus mercados las formas de producir y qué producir.

 

Notemos que volver a los principios básicos de la economía y de la conducta individual, como ya mencionamos, incentivos, productividad, especialización y libertad de decisiones; no solamente ayuda a explicar que motivó que se acerquen a un sistema económico más parecido al capitalismo de mercado; sino que fueron algunos de los principales pilares que ayudaron a ganar gran parte del terreno en lo que a organización económica se refiere, contribuyendo a que sus economías crezcan en forma relativamente sostenida.

 

El país tiene por delante decisiones importantes. Los caminos son diversos, con sus respectivos resultados posibles. El rumbo de la intervención, de un Estado Patriarcal, de la falta de incentivos para el progreso, de la pérdida de libertad para ciertas decisiones; no es el camino que el mundo en su mayoría optó por seguir. Aún podemos cambiar el rumbo.

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