Para enumerar solo algunos recursos que poseemos, podemos mencionar: nuestros conocimientos, experiencias, relaciones personales, tiempo y los bienes e insumos que utilizamos para producir un producto o servicio.
Estos recursos poseen algunas características particulares a cada uno, además de algunas generales.
Dentro de las características generales nos encontramos con el hecho de que los mismos son limitados, escasos. No podemos disponer de todos los que precisamos para hacer todo lo que deseamos o planteamos en nuestras metas.
Existe una especie de “frontera” la cual nos indica hasta dónde podemos llegar. No obstante ello, permanentemente nos planteamos como conseguir más recursos para poder alcanzar nuestros objetivos y por ende eso genera que la “frontera” se extienda produciendo un proceso de crecimiento y expansión.
Lo mismo ocurre con los países:. Estos tienen recursos naturales, recursos humanos, bienes de capital, entre otros.
Hay un punto importante a remarcar, los recursos se miden por su cantidad y también por su calidad. Si decimos que tenemos tierras, no es lo mismo que un país tenga 1.000 hectáreas fértiles para producir soja a que posea 1.000 hectáreas infértiles.
De forma similar ocurre con la calidad de los otros recursos. La tecnología mejora notablemente la calidad de las maquinarias que se utilizan en los procesos industriales y mientras más tecnología (o sea mayor calidad) posean las mismas, mayor será la productividad de dichas máquinas.
Los recursos que los países poseen determinan por ende lo que se denomina la “Frontera de Posibilidades de Producción”. O sea, dados los recursos disponibles en un momento de tiempo, cuál es la máxima cantidad que se puede producir de bienes y servicios, utilizando los mismos en forma eficiente. Es decir, sin desperdiciar los mismos en los diferentes procesos productivos. Los países al igual que cada individuo, tratan de expandir sus Fronteras de Posibilidades de Producción. Para ello, hay que disponer de más recursos.
La generación de recursos no se produce por arte de magia, para ello los países pueden desarrollar diferentes alternativas:
Para desarrollar los recursos humanos hay que invertir en educación, capacitación, bajar los niveles de pobreza, tener programas educativos modernos adecuados a la evolución del mundo. Propiciar la investigación y el desarrollo en las diferentes áreas, retener los talentos y competir por atraer las mentes más brillantes del planeta.
Para atraer inversiones productivas en maquinarias, equipos, tecnología, etc. es necesario contemplar un marco legal e institucional que permita asegurarles a quienes van a invertir, que las reglas de juego serán estables y cuidadas a lo largo del tiempo. No es posible asegurarles que tendrán ganancias, pues eso dependerá de la capacidad de cada uno.
Respecto de los recursos naturales, además de explotar lo que originalmente tiene cada uno, se han generado diferentes alternativas que incorporaron tecnologías permitiendo por ejemplo en algunos países, convertir desiertos en lugares productivos o eficientizar el uso de energías alternativas. En este aspecto también es importante tener un marco de reglas de juego estables para incentivar los desarrollos que sean de mediano a largo plazo.
Argentina tiene un largo camino que recorrer en estos aspectos si queremos expandir nuestras fronteras como nación e individualmente.
La magia no existe.
