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Opinión #Opinión

Dime cómo te comportas en estas fiestas y te diré tu puesto el año que viene

En la plenitud de su actividad, John D. Rockefeller dijo que ???la habilidad para tratar con las personas es un aprendizaje que se puede comprar, como el azúcar o el café. Y pagaré más por esa capacidad que por cualquier otra para mi carrera???.

El gobierno nacional trabaja en un protocolo para evitar aumentos de contagios en Navidad y Año Nuevo, cuando se reencuentren miles de personas y se convierta en un ambiente propicio para los descuidos.

 

 

 

Las medidas serán las siguientes: los invitados a las altas fiestas serán aquellos que constituyeron burbújas con personas conocidas, para evitar el contacto con desconocidos. 

 

 

 

La actividad se debe realizar en exteriores, usar barbijo y mantener la distancia social. Bajo estas medidas las organizaciónes y empresas han rediseñado sus fiestas de fín de año en pequeñas actividades con empleados de un mismo sector.

 

 

 

El bello arte de tratar a la gente y a los contactos laborales sale a la luz en esta situación: En general, el incumplimiento de los usos y costumbres en la vida social es penalizado, por lo tanto le refresco la memoría sobre algunos de ellos por que esta vez jugará en primera línea y bajo fuego.

 

 

 

He aquí algunos “tips” que podrán serle de ayuda:

 

 

 

Si se realiza en el SUM, el “quincho”, o el salón de una familia del ámbito laboral con cuyos anfitriones Ud. no tiene familiaridad, espere al momento de saludar para ver si los dueños de casa le extienden la mano o se acercan para saludarlo. En el ámbito empresarial, un buen anfitrión y un buen comensal se “estudian” antes de reunirse. El anfitrión de antemano necesita saber si entre los asistentes hay alguien con alguna necesidad o dieta estricta. O si alguien tiene necesidades especiales de movilidad.

 

 

 

Ahora bien, puede pasar que Ud. Ya haya quedado con alguno de sus compañeros en ubicarse juntos y al arribar los asignan a ubicaciones separadas. No se enoje si le atribuyen un lugar que no es de su gusto. Cada invitado debe compartir la charla con los comensales de ambos lados.

 

 

 

 

 

Antes de proceder a ubicarse las damas deberán pasar por el toilette a retirarse el rouge o labial. No es de buen gusto manchar las servilletas ni las copas con lápiz labial. 

 

 

 

Evite atacar la panera desde un principio. Pocos lo saben; pero la función del pan en la mesa es para evitar mezclar los sabores de la entrada con el primer plato, por lo que se debe tomar entre estos. Está prohibido limpiar el plato con el pan.

 

 

 

Señores, para eso existe el detergente y la esponja.

 

 

 

Nunca pida la sal. Es un insúlto al chef o un desprecio a la anfitriona.

 

 

 

En la mesa no se ubican las llaves, el celular, ni los anteojos. En la mesa se come, por lo que sól deben estar los utensilios y lo necesario para comer.

 

 

 

¿Quiere perder el empleo? Use escarbadientes con una mano y con la otra tape su boca. 

 

¿Apunta a descender de puesto en el organigrama institucional? Cuando tome una bebida, incline su cabeza hacia atrás.

 

¿Quiere herir su imagen profesional? Sople un alimento muy caliente.

 

 

 

Evite pronunciar la frase “buen provecho”. ¿El por qué? Da para una nota completa, hasta tanto, como dicen los Judíos, es un “Jok”.

 

 

 

No pregunte por ceniceros, no es elegante fumar (y menos oler a cigarillo).

 

 

 

Para el brindis sólo eleve su bebida a la altura de sus ojos, nunca choque su copa con la de los demás. La saga cuenta que de esta manera se ponía en evidencia la rivalidad con un posible enemigo, el choque de copas se usaba para traspasar veneno de una copa a otra.

 

 

 

Al día siguiente, envie un e-mail o mensaje de agradecimiento por la invitación, por más que le parezca anticuado.

 

 

 

Recuerde: buenos modales son buenos negocios.

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