Tuvimos que remontarnos a la primavera americana de 1918, a la pandemia más grave de la historia con el virus H1N1 con genes de orígen aviar, para buscar una “nueva” salida a este COVID-19.
Confinamiento y tapabocas fueron las respuestas.
No sólo líderes transcendentales, políticos y e infectólogos tuvieron que volver a releer los libros. También en la industria de la moda podemos observar en cada “Colección Cápsula”* de marcas icónicas, un fragmento “vintage” haciendo referencia a piezas que fueron creadas veinte o treinta años atrás, e incluso más.
Los materiales de que suelen estar hechos los objetos de este estilo son varios: El cuero desgastado por el uso o por el paso del tiempo y la madera con la pintura desgastada. El vidrio y el metal con aspecto envejecido también forman parte del estilo vintage.
En ocasiones a esto se suma el óxido, que habla del uso y el paso del tiempo. Tiempo que hoy transcurre ligero y donde la sociedad tuvo que aprender a reinventarse en este año 2020.
De a poco salieron a flote los emprendedores que no se hundieron cual Titanic. Emprendedores que navegan con naturalidad en la complejidad argentina, con herramientas concretas para ir desenredando, paso a paso, esta madeja de hilos invisibles en donde se están relacionando. Y que hoy, los hace sentir que el contexto es terriblemente amenazante y agobiante.
Algunos de los que entrevisto cada noche en mi canal de Instagram Live (@mandaloaprotocolo), son prestigiosos empresarios. No solo narran cómo moverse en este mar nacional de olas tumultuosas; sino que además cuentan cómo la falta de buenos modales y buenas constumbres los hubiese ayudado a la hora de hacer buenos negocios.
Una reconocida editora de las revistas de moda más importantes del país, relata cómo la vida sin querer la llevó a cruzarse con el Rey Juan Carlos de España. Y no supo cómo comportarse cuando él le cedió un taxi en un restaurante de Paris.
Por otro lado, un audaz conductor nacido en Bolívar pretende ganar su primer millón de pesos con proveedores chinos a los cuales les regala un cuchillo envuelto en una pañoleta amarilla, con el cual se le arruina el negocio. ¿No sabes qué significa?
Y si, eso sucede. No sabemos, no conocemos, creemos que estamos educados cuando no lo estamos.
Creemos que abrir una puerta y dejar pasar a una dama es un acto viejo, un acto “vintage”. Nos tapamos la boca para usar un escarbadientes y estamos convencidos de que pertenecemos a primera clase porque cenamos con los mejores empresarios del país. Lamento decirte que el escarbdientes no se usa, ni siquiera pertenece a una mesa con comensales; pero te cuento algo: los buenos modales y buenas constumbres vuelven, lo vintage vuelve. Siempre vuelve.
Porque buenos modales, son buenos negocios.
*Colección Capsula: La colección más importante de cada marca.
