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La Provincia #ColumnaOpinión

Hipócritas, ahora se acuerdan de todo

Análisis del rol y las acciones de la oposición ante las primeras medidas del presidente Alberto Fernández

A una escasa semana de la asunción del nuevo gobierno, sin siquiera estar todos los cargos del Poder Ejecutivo cubiertos, ya con algún esbozo de programa de Gobierno de emergencia puesto en marcha, acudimos a un espectáculo de lo más hipócrita. Tanto los periodistas operadores de la cadena nacional privada de medios de comunicación como algún exfuncionario o algún dirigente de la hoy oposición (como siempre “Lilita” Carrió a la cabeza, inimputable total) parecen haberse despertado de una siesta de 4 años, preocupados de repente por un sinfín de temas que estuvieron perjudicando al 99% de los argentinos que perdieron derechos durante esa pesadilla.

 

 

Mientras se debatía en el Congreso la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, la ahora oposición no quería dar quórum. Pero cuando vieron que sí había sesión con quórum propio, bajaron a “debatir”. Deberíamos cambiar esa ley, para no ser tan hipócritas: ¿“no das quórum?, no pidas la palabra, vete a tu casa” (con las siglas de esta expresión podríamos titular esa norma legal).

 

 

Ahora se acuerdan opositores y periodistas y economistas operadores de las jubilaciones de privilegio, de los jubilados, de la falta de remedios y vacunas, del sueldo de los docentes, de la ayuda a los discapacitados… ¡ahora se quieren acordar de todo!

 

 

Tanto ellos como el 40% que los votó vienen demostrando desde hace rato ya este elevado nivel de cinismo (no hay otra forma de describir el comportamiento de alguien que, siendo perjudicado por ese 1% de privilegiados, lo defiende y lo vote). Y aparecen los Roberto Cachanosky, calculando el costo por senador, lo que pesa el Gasto Público en asesores del Ejecutivo (parece que estos 4 años que pasaron vivió en España). El inefable Feinmann “el malo”, escandalizándose por cualquier pavada, mientras avalaba el saqueo del gobierno que se fue. Pero qué país lleno de gente hipócrita que tenemos que nunca dijeron nada de todas las barbaridades que ocurrieron mucho más importantes y trascendentales, desde todo punto de vista, no solo desde el chusmerío de sachas programas políticos.

Nunca se indignaron por aquel exministro de Agroindustria de Cambiemos, Luis Etchevehere, presidente de la alta Sociedad Rural, que asumió su cargo procesado por evasión, lavado de dinero y por tener “esclavos” en sus campos. Así como están leyendo: Esclavos! En 2014, el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) encontró que, luego de varios operativos en diferentes estancias, Etchevehere practicaba “Reducción a la servidumbre” (nombre legal de la esclavitud) con muchos de sus empleados. Encontraron “dos trabajadores, hermanos ellos, no registrados, que vivían en unidades habitacionales sin energía eléctrica, agua potable, ni baños. Eran analfabetos, no tenían recibos de sueldo y prestaban servicios como peones generales por $ 450 al mes” (vamos, que vivían como animales)… “Trabajaban bajo las órdenes de la familia Etchevehere desde el 14 de junio de 1976” (qué año, casualmente no?). Ya se tendrían que haber jubilado… “Un encargado de una de las estancias de la familia percibía $ 2.000 mensuales y su hijo, de 18 años (que trabajaba desde sus 13 años), cobraba en negro $ 1.050 al mes.

 

 

Otros trabajadores, también analfabetos, usaban sus propios caballos para trabajar de troperos en el manejo de 700 animales”. De esto la sociedad no dice nunca nada. Éste es el campo que no quiere pagar retenciones porque dice que creciendo ellos, solos, sin el Estado de por medio, generan trabajo “de calidad”… de calidad de esclavos. Pero estamos a punto de asistir al espectáculo de cualquiera que no tiene ni medio metro cuadrado de jardín, con el cartel pegado en el vidrio de su Renault 12 modelo 78 que versa: “Todos somos el campo”.

 

 

Nadie se quejaba mientras Cambiemos promovía la fuga de 150.000 millones de dólares en 4 años y ahora se quejan porque no pueden comprar más de 200 dólares o si tienen que pagarlo un 30% más caro. ¿Qué parte no entienden? ¡No hay dólares, se los llevaron todos afuera! ¡Y nos dejaron la deuda externa más grande de nuestra historia! ¿De dónde quieren que aparezcan los dólares? Nadie nos presta, nos dejaron en default y con el reperfilamiento de deuda en pesos. Declarado por ellos mismos, antes de terminar su mandato, con la complicidad de todos estos periodistas y operadores que ahora son patriotas y honestos.

Hay más de 350.000 millones de dólares de argentinos afuera del país (el mismo monto que la deuda externa total). Eso no escandaliza. Que Mauricio Macri haya hecho aprobar una ley que en teoría mejoraría la vida de los jubilados, pero que en realidad era para blanquear parte de ese dinero “sucio” fugado, no les mueve un pelo. Y todavía más, ilegalmente por fuera de la ley, por decreto “de necesidad y urgencia”, se haya él mismo permitido blanquear más de 600 millones de pesos, eso no los sonroja. Que esos 600 millones fueran una parte (la que blanqueaba) de una montaña de dinero de dudosa procedencia, tampoco les molesta. Que esa montaña de dinero lo haya conseguido siendo parte de la Patria contratista, estafando con obras que nunca hizo, o traficando autos desde Brasil, con la inestimable ayuda de los militares de facto, tampoco. Sí se escandalizan cuando se les quiere cobrar un impuesto bastante cortito sobre esa montaña de dólares fuera del país.

 

 

No les importó nada de esto nunca. Mientras destruían el país, amasaron fortunas ellos, sus parientes y amigos. Ahora que hay que reconstruir el país, ¡cierren el culo! (término coloquial de acepción española, que es utilizada comúnmente, no como “mala palabra”). Den quórum si quieren, pero dejen gobernar.

Terminemos esta columna con una frase de nuestro héroe patrio, el general José de San Martín: “Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que enviarán tres sirvientes por cada hijo solo para no tener que pagar las multas, dicen que a ellos no les importa seguir siendo una colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos, un día se sabrá que esta Patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres, nuestros indios y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie”. Pasaron más de 200 años de nuestra independencia del imperio español y todavía discutimos esta herencia colonial: terratenientes, oligarquía, esclavistas, contrabandistas, extractores de materias primas… ¡200 años de hipocresía!

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