Corría el tercer domingo de octubre de 1967. Era un día de la madre, al igual que hoy. Aquella tarde, en la cancha de Boca Juniors, se jugaba la sexta fecha del primer torneo Nacional de la historia del fútbol argentino.
Un equipo santiagueño, Central Córdoba, escribió aquella tarde una gesta histórica, quizás la más importante de todo el fútbol santiagueño.
Aquel día, los "ferroviarios" vencieron a Boca Juniors, en la mismísima Bombonera, por 2-1. Marcelo "Poro" Aranda y Manuel Rojas, a los 20 minutos del primer tiempo y 28 del segundo, respectivamente, marcaron los goles santiagueños. Antonio Ubaldo Rattín, a tres minutos del final, anotó el descuento "xeneize".
No se había dado nunca, hasta ese día, que un equipo del interior venciera a uno de los grandes de Buenos Aires, en este caso a Boca Juniors, en enfrentamientos entre sí.
Las diferencias existentes entre los equipos de Buenos Aires con los del interior del país, eran muy grandes. Aquel Nacional del '67 fue la primera vez que los jugadores de las provincias se medirían con los grandes del fútbol argentino.
En Boca, por ejemplo, jugaban Roma, Marzolini, Rattín, Pianetti, entre otros, jugadores que alguna vez vistieron los colores del seleccionado nacional argentino.
Los jugadores santiagueños, por entonces, entrenaban sólo dos veces por semana. Y para jugar ese torneo Nacional, agregaron un día más. O sea, tres veces por semana. Nada, si tenemos en cuenta cómo es el fútbol hoy en día.
Don Antonio "Tripa" Collado Giménez, un adelantado en el tiempo, era el entrenador de Central Córdoba, que por entonces se presentó en la Bombonera con una línea de cinco defensores que, para la época, parecía -a priori- como ultra defensivo.
Sin embargo, el "ferro", con el fútbol de "Pieri" Saganías, Víctor Pereyra, los mencionados Aranda y Rojas, y José Patricio "Liya" Ayunta iría a conquistar, aquella tarde, la primera victoria de la historia del fútbol nacional, de un equipo indirectamente afiliado a AFA, frente a uno de los cinco grandes.
Boca tuvo sus chances como para empatar el juego, porque tras el gol de rebote de Aranda, el "xeneize" estrelló dos balones de manera increíble en el travesaño, e incluso Ayunta salvó su valla sobre la línea, en otra jugada, cuando ya el golero Carot estaba vencido. Sin embargo, goles que se erran en un arco, se sufren en el propio.
A los 28 del complemento, en una de las contras bien ejecutadas por el "ferro", Manuel Rojas definió con una gran sutileza, picándole el balón por sobre el cuerpo de Roma, desde un ángulo sesgado, para anotar el 2-0 parcial.
Después, fue cuestión de aguantar un poco más para consumar la hazaña. Rattín le agregó un poco de suspenso al final, pero sólo eso. Central Córdoba se vistió de "gigante" aquella tarde, como si se tratase del duelo entre David y Goliat.
Antonio Carot; Alfredo Mackeprang y René Ruiz; Juan Carlos Rossi, Alberto Chazarreta y Héctor Saganías; Marcelo Aranda, René Taboada, Manuel Rojas, Víctor Pereyra y José Patricio Ayunta fueron los once que consumaron la histórica victoria.
Ah...a los 36 del complemento fueron expulsados Ruiz y Chazarreta en Central Córdoba y Pianetti en Boca Juniors, luego de un tumulto con insultos incluidos (ni en esa trenzada el "ferro" se achicó un poquito), lo que indica que Central terminó con 9 hombres aquella "batalla".
Pasaron 50 años, varios de los artífices de la victoria aún viven. Para ellos, y para la memoria de los demás fallecidos, vaya este humilde homenaje. Para que este recuerdo se mantenga vivo por siempre.
Aquel triunfazo dio paso a algo que hasta hoy se repite con mucho orgullo para los hinchas "ferroviarios": Central Córdoba, el primer grande del interior.
