Durante las fiestas de fin de año aumenta el consumo de pan de miga y la consecuente venta de este producto panificado para realizar sándwiches. La familia de un pintor de 45 años del barrio Siglo XXI decidió comprar un molde. En su denuncia, el hombre sostuvo que dejó pasar un día, tras lo cual todos se prepararon para armar los sándwiches de miga. Sin embargo, en ese momento comprobaron que estaba en mal estado de conservación, por lo que el pintor se trasladó hasta la casa de la comerciante para reclamar la situación y solicitar que le devolviera el dinero. Sin embargo, la mujer se negó.
El damnificado regresó sin nada a su domicilio. Posteriormente, la esposa del pintor decidió contar lo sucedido en su cuenta de Facebook porque consideraban que habían sido estafados. La historia se viralizó en pocos minutos, lo que provocó que la vendedora se presentara acompañada de toda su familia en la casa del cliente para cuestionarle la publicación. El pintor y su esposa sufrieron insultos y hasta intentos de agresiones físicas, hasta que la acusada y sus familiares se retiraron profiriendo amenazas de futuras golpizas.
El damnificado se trasladó a la Comisaría Comunitaria Nº 51, donde realizó la denuncia en contra de la comerciante por las amenazas e intento de agresión. El hecho fue informado a la Fiscalía, que ordenó una prohibición de acercamiento.