En Monte Quemado (departamento Copo) comenzó a gestionarse un proyecto que contribuye el desarrollo de la ciudad; aunque este plan tiene un punto clave: involucrar a los vecinos en la toma de decisiones para el corto, mediano y largo plazo: la “consulta ciudadana”.
Felipe Cisneros, intendente de la localidad, le precisó a Nuevo Diario qué obras están en ejecución: “Estamos iniciando la pavimentación de 20 cuadras, la construcción de más de 2.000 metros de desagües revestidos y de 80 cisternas en el campo, y hemos recuperado el parque automotor a un 70%. Además, hemos comenzado un proceso de reconversión lumínica en la ciudad”.
La firma 385 Kaizen, una empresa refundada en eras de las tecnologías 4.0 que brinda servicios y busca soluciones que hagan “sencilla y segura la vida de las personas”, tiene que ver en esta reconversión. “Teníamos —introdujo Sebastián Báez, director ejecutivo de la firma— el compromiso de innovar en las áreas de la construcción”.
“Primero —siguió Báez— comenzamos a investigar en todo lo que era sustentabilidad y nuevas tecnologías para la construcción, hasta que el gobierno de Santiago del Estero presentó los congresos de Smart City”.
El equipo de 385 Kaizen, luego de exponer en el evento que reúne a especialistas en ciudades inteligentes, se topó con “un mundo nuevo donde ya no solo la construcción podía estar aplicada a edificios o construcciones circunscriptas, sino que podíamos pensar en términos de ciudades”.
La pregunta disparadora de Báez para emprender nuevos rumbos fue: “¿Cómo es este nuevo diseño de ciudades inteligentes?”.
La respuesta la tuvo el arquitecto colombiano Gustavo Restrepo, un referente en el campo de la promoción humana de sectores vulnerables a través de intervenciones urbanísticas sostenibles que contemplan la participación ciudadana y el concepto amplio de seguridad.
Planificación
Restrepo indicó que hace casi tres meses arrancaron con los procesos metodológicos. “Para salir a hacer diseño participativo o planificar un territorio —explicó el arquitecto—, no solo se necesita tener la disposición y voluntad política, sino que, también, hay que estar capacitado. Estos tres meses los hemos invertido en algo que es muy importante: dejar capacidad instalada. Darle algo al intendente y a su equipo más cercano: los modelos y las maneras para acercarse a las comunidades y cómo relevar información para tomar decisiones”.
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“Llevamos tres meses inflando ese proceso de cronogramas, perfiles y planteamientos —amplió Restrepo, quien es consultor de 385 Kaizen—. Cómo se maneja la comunicación con la comunidad y qué tan asertiva es la palabra. La semana pasada ha sido, básicamente, entrar a trabajar con la comunidad, recorrer el territorio, ver las oportunidades y las dificultades que tienen para tratar de convertir esas dificultades en oportunidades. Ha sido una semana muy tensa y muy interesante, sobre todo por descubrir que hay un equipo humano en la Municipalidad de Monte Quemado con muchas ganas de hacer, participar con la gente y encontrar un método de planificación”.
Consulta ciudadana
Como se mencionó en la introducción de esta nota, para llevar adelante este proceso hay un punto que es clave: la “consulta ciudadana”. Pero, ¿en qué consiste? Restrepo aclaró: “Vamos a territorio. Invitamos y convocamos a líderes de la comunidad, sin importar que sean niños, jóvenes o adultos mayores: mientras más diverso, mejor. Esa reunión se hace a través de una metodología: mapas de la ciudad con sellos donde la gente, mediante preguntas disparadoras que son, fundamentalmente, sobre los problemas y virtudes más importantes en la ciudad. Sobre eso hacemos un mapa donde hay situaciones de riesgo, de seguridad, de calidad de vida, de vivienda, de arborización, de paisajismo y muchos temas más. Los ciudadanos dan sus aportes y, desde ahí, los llevamos a la mesa, lo discutimos con los secretarios y encontramos caminos para ir orientando a una ciudad”.
El consultor destacó que es “a través de la planificación”, “la ciudadanía” y “el respeto a las opiniones” que se puede “planificar el futuro”. “Esta metodología construye confianza. Los ciudadanos hemos perdido confianza en el ejercicio público. Dar la posibilidad de, como ciudadanos, levantar la mano y ser escuchados y tener una respuesta pronta y alentadora hacia el futuro nos permite construir confianza en el proceso de planificación”, añadió.
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Cisneros, por su parte, agregó que “es muy importante trabajar en el territorio. En lo urgente y en el corto, mediano y largo plazo, y por eso hemos coincidido con esta visión que tiene Gustavo Restrepo y Sebastián Báez de trabajar con participación ciudadana. Quienes tenemos la responsabilidad de gobernar el municipio de Monte Quemado sabemos que hoy hay muchísimas dificultades y que tenemos que resolver los problemas de la gente en los barrios y en el campo. Es fundamental la mirada de los grupos de vecinos”.
El valor de planificar
Báez, al comienzo de la entrevista, aseguró que “no estamos iniciando solamente un proyecto que incluya obras de construcción o servicios de urbanismo, sino que también hay un trabajo fuerte en las áreas sociales y jurídicas. ¿Qué tanto podemos desarrollar urbanismo si no tenemos la estructura jurídica para hacer? ¿Qué tantos desarrollos urbanos podemos hacer si, de repente, la sociedad no puede acompañar eso? Es un trabajo multifocal por más que, quizás, termine viéndose en una obra de servicio público o en una obra de construcción”.
Ahí entra en juego la planificación: “Un plan nos sirve para focalizar —afirmó el jefe comunal—, para poder dar prioridad en función de los problemas acuciantes y para planificar las inversiones a futuro para cuando tengamos la oportunidad de gestionar un proyecto. El plan se piensa para el ahora, para la urgencia”. Empero, “por planificar no tenemos que dejar de atender la urgencia: se planifica en el mediano plazo, que son estos años que se vienen y, también, en el largo plazo: tenemos que pensar la ciudad al 2030, 2040”.
Compromiso vecinal
“En el proceso de planear la ciudad —deslizó Restrepo— también fortalecemos al ser solidario como comunitario. Buscamos que haya pertenencia de parte del ciudadano hacia su ciudad y que sean capaces de soñar esa ciudad del futuro; que vayan descubriendo que pueden aportarle herramientas. Su comportamiento es fundamental”.
Cisneros, por último, cerró: “Integrar a la comunidad tiene un beneficio muy grande porque los haces parte de no solo por identificar el problema, sino por apropiarse de la respuesta. Ahí es donde el Estado tiene la responsabilidad con los instrumentos y recursos que posee para poder solucionar, muchas veces, de manera transitorio y, muchas veces, una solución a mediano plazo”.
En Monte Quemado están encaminando un proceso de trabajo con grupos de vecinos. Les proponen talleres participativos o los involucran en las discusiones del día con la finalidad del desarrollo de la ciudad: de su ciudad.