Tito Díaz tiene 31 años y hace un par de temporadas, cuando bailó junto a Viviana Saccone, tuvo su minuto de fama como el joven que había encandilado y era capaz de seducir a la señora madura y experimentada. Ahora vive la situación completamente inversa. De nuevo en el programa de Tinelli, está noviando con Morena Sánchez, la integrante más joven del staff: tiene apenas 18.
Morena es la bailarina de Kennys Palacios y fue el mismo estilista, mano derecha de Wanda Nara, el que los mandó al frente cuando Angel de Brito le preguntó si estaba "empezando algo" con un participante del certamen.
[{img:516508}]Morena Sánchez tiene 18 años.Como ella daba vueltas y no salía de la frase "y sí, estoy conociendo a una persona", le preguntaron directamente si ese hombre era Tito Díaz, que volvió a la pista ahora para hacer dupla con Anabel Sánchez. La sonrisa tímida de la muchacha lo confirmó sin que pronunciara una sola palabra. Pero Kennys no se anduvo con vueltas.
Leé también: El cantante de Ke Personajes canceló su boda hace un mes y ahora presentó nueva novia"Hace dos meses que se están conociendo, je... Cuando fuimos a ver Sex hace dos meses lo primero que hicieron fue darse un terrible beso. Vamos, esa es la verdad. Lo pasan bien y me parece perfecto" aseguró el estilista sin dudar. El que escuchaba, preguntaba y celebraba cada cosa que se decía era Marcelo Tinelli, que disfruta de su explosivo romance con Milett Figueroa.
[{img:516509}]Así la presentaba Ángel de Brito en redes, tiempo atrás.El romance que escandaliza al BailandoEl que habló también, a un costado, fue Tito, cordobés de nacimiento y bailarín de folklore en sus orígenes. "Nos conocimos porque ella vino a ver Sex, la obra donde yo trabajo. Nos gustamos y estamos cuidando nuestro vínculo. Es algo muy lindo lo que tenemos y me parece una persona muy interesante, muy atractiva, muy inteligente", dijo Tito.
[{img:516510}]Tito Díaz (31).Pero del otro lado estaba la madre de Morena, una señora de pelo largo y enrulado que empezó hablando a cara descubierta y después, en un intento vano por esconder su malestar, se puso anteojos negros.
Entre rezongos, la señora dijo que no estaba enterada del asunto y que la estaban "desayunando" en ese momento. Pero sin tecito, cafe cortado ni medialunas o tostadas con mermelada de frutos rojos. Por sus caras y sus reacciones parecía que le habían dado kerosenne para tomar.
