Los Manseros Santiagueños retornaron a la mayor expresión cultural de los catamarqueños, la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho. Luego de su última presentación en 2016, cuando aún integraban la formación Guillermo “Fatiga” Reynoso y Martín Paz. En esta ocasión, las inconfundibles voces de Alito Toledo y Onofre Paz, más el acompañamiento en bombo de Hugo Reynoso, repasaron los clásicas composiciones que a lo largo de seis décadas se ha transformado en un himno del cancionero nativo.
Casi pisando la medianoche, Los Manseros Santiagueños comenzaron a dejar nuevamente su huella y confirmaron ese romance que mantienen con los catamarqueños. El conjunto, que surgió como dúo vocal en el año 1959, entregó un abanico de sus más destacadas canciones. Como era de esperar, el público ocupó cada espacio libre para bailar esas canciones que identifican a diversas generaciones como Entre a Mi Pago, Canto a Monte Quemado y Desde Siempre y Para Siempre, entre otras. Pero sin dudas, el momento más emotivo se vivió cuando la formación, acompañada por Florencia Paz, interpretó “Eterno Amor” y que se transformó en un cálido homenaje a Martín Paz, hijo de Onofre y autor de esta icónica zamba que casi todos cantan. Los presentes respondieron con una ovación y los aplaudió de pie. Ellos se mostraron emocionados y muy agradecidos por haber regresado al Poncho y por el recibimiento de la gente.