Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Espectáculo

El Pepo: De la tragedia a la redención, tocará hoy en la final de la Sudamericana

El cantante de cumbia villera, apasionado hincha de Racing Club, estará presente en la final de la Copa Sudamericana en Asunción. Cumplió una condena por un accidente fatal y se prepara para su regreso.

Rubén Darío Castiñeiras, conocido como El Pepo, se prepara para una de las noches más significativas de su carrera. El cantante de cumbia villera, apasionado hincha de Racing Club, estará presente en la final de la Copa Sudamericana en Asunción, no solo para alentar al equipo de sus amores, sino también para brindar un show en la emblemática Nueva Olla junto al brasileño Maurinho Berrodagua. Su regreso a los escenarios marca un capítulo de redención, tras superar momentos oscuros que marcaron su vida personal y profesional.

Un pasado futbolero y musical

El Pepo, a sus 50 años, tiene una historia que une el fútbol y la música. Su apodo, "El Pepo", tiene raíces futboleras, inspirado en el exjugador José Omar "La Pepona" Reinaldi, y es sinónimo de pasión por Racing. Desde joven, Castiñeiras mostró su amor por el deporte, destacándose como goleador en el Tigre, aunque las dificultades económicas de su familia lo obligaron a mudarse desde San Telmo hacia el norte del Gran Buenos Aires.

Su carrera musical despegó en la década de 2000, cuando lideró la banda Los Gedes, luego renombrada Los Gedientos del Rock. Durante el auge de la cumbia villera, su grupo alcanzó popularidad, compartiendo escenario con gigantes del género como Damas Gratis, y realizando presentaciones frente a miles de personas en Argentina y México. Sin embargo, los problemas de adicción lo llevaron a perder momentos importantes de su carrera.

Adicciones, cárcel y redención

Las adicciones fueron una sombra constante en la vida de El Pepo. En un período de su vida, incluso se mudó a la villa 1-11-14 y pasó horas consumiendo pasta base, lo que llevó a su primera condena en 2008, cuando fue sentenciado a tres años y medio de prisión. Durante su tiempo tras las rejas, encontró en la música una salida, formando la banda Bien de Abajo junto a otros internos. Gracias a permisos judiciales, llegó a tocar en el Luna Park, un logro que representó un resurgimiento en su carrera.

En 2015, tras recuperar la libertad, El Pepo declaró haber dejado atrás las drogas. Sin embargo, la tragedia lo alcanzó nuevamente en 2019, cuando un accidente de tránsito, mientras viajaba con su banda hacia Villa Gesell, provocó la muerte de dos de sus compañeros: el trompetista Nicolás Carabajal y el asistente Ignacio Abosaleh. Además, la bailarina Romina Candia resultó gravemente herida. El Pepo fue condenado a cuatro años y siete meses de prisión por homicidio culposo, agravado por conducción imprudente, negligente y bajo los efectos de sustancias. A su condena se le sumaron diez años de inhabilitación para conducir y la obligación de realizar tratamientos psicológicos.

Un nuevo comienzo en la música y el fútbol

Tras cumplir prisión domiciliaria, El Pepo obtuvo su libertad en febrero de 2024 y comenzó a reconstruir su carrera musical. Su participación en la final de la Copa Sudamericana es una muestra clara de su resiliencia y su deseo de seguir adelante. Para él, el fútbol y la música siguen siendo los grandes motores de su vida. La noche de la final entre Racing y Cruzeiro será una ocasión especial para El Pepo, no solo como hincha fervoroso del equipo, sino también como artista que ha encontrado en los escenarios una forma de redención personal.

Seguí a Nuevo Diario Web en google news
Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso