En la noche de este jueves, la casa más famosa de la tele recibió a los dos flamantes participantes: Camila y Ariel. A medida que se dieron a conocer tanto a sus nuevos compañeros como al público, un video comenzó a circular en redes sociales y elevó todo tipo de comentarios.
Según pudieron recabar los fanáticos del reality, Ariel conocería a Lucila "La Tora" Villar desde antes de entrar a la casa de Gran Hermano, y muchos apuntan a que se trataría de una retorcida estrategia planificada entre ambos para lograr ganar el icónico programa.
La grabación en cuestión dura 11 segundos y lo muestra al simpático parrillero luego de entrenar un sábado en un gimnasio de la localidad bonaerense de Berazategui, de donde es oriundo.
“Mal para un sábado, ¿eh?”, empieza diciendo el hombre de 45 años respecto de la concurrencia al establecimiento deportivo. Es entonces cuando ve a dos mujeres realizando ejercicios.
“Hago videitos para el quincho (la parrilla que tiene en su casa). Las chicas entrenando un sábado”, dice mientras filma a las deportistas. Una de ellas resulta ser ni más ni menos que la Tora.
Con buena onda, Lucila se suma al chivo publicitario de Ansaldo y le dice a su público: “Vayan al quincho”. Por su parte, él la felicita por estar entrenando un fin de semana: “Vale doble hoy”.
Como no podía ser de otra manera, la breve filmación se volvió viral y levantó todo tipo de suspicacias entre los televidentes.
“Demasiado turbio todo”, “Ahora falta que la ingresada por repechaje sea la Tora y ahí tienen a los finalistas favoritos de la producción”, “Siempre hubo rumores de que la Tora era una acomodada”, “Ah bueno, cerrame la 8. Entró para ayudar a Nacho”, fueron solo algunos de los comentarios en redes.
Sin embargo, no queda claro la fecha en la cual se grabó la secuencia. Todo indica que sería previo al comienzo de Gran Hermano 2022, ya que el cocinero no parece reconocer a la rubia.
A los pocos minutos de ingresar en la casa, Ariel le contó a sus nuevos compañeros que es oriundo de Berazategui y Walter “Alfa” Santiago enseguida ató cabos.
“Vecino de la Tora”, apuntó el sexagenario. “Claro, ella vive por ahí también”, se limitó a decir el recién ingresado, sin aportar mayor información al respecto.
