La casa de Gran Hermano tiene dos reglas súper importantes que no se pueden romper en ningún momento y una de ellas tiene que ver con la utilización del micrófono, tema que ya es recurrente dentro de la casa más famosa. En este caso, Juan y Nacho decidieron dejar las reglas de lado y no usar el micrófono.
Durante la madrugada, ambos participantes retiraron los dispositivos para poder susurrar y hablar de lo que quisieran. Durante la semana, la Tora, una de los miembros de su grupo, fue duramente sancionada por el ojo que todo lo ve.
Por supuesto que Gran Hermano no dejó pasar mucho tiempo a los participantes hablar sin el aparato y les llamó la atención por los parlantes de la casa. “Atención, Juan y Nacho vuelvan a colocarse los micrófonos por favor”, fueron las palabras del dueño de la casa.
Esta jugada está completamente prohibida por el reglamento de la casa, solo para momentos de higiene personal, y si se encuentran dentro de la pileta tienen permitido no tener encima los dispositivos. Esta no es la primera vez que hacen una cosa así para poder complotar con tranquilidad, acción que también está prohibida, sino que el taxista formó parte de la jugada de Lucila, que se acercó a hablarle al oído para decirle a quien votar.
Todavía no se sabe si Gran Hermano va a tomar una decisión al respecto de la jugada pero ya había comentado que se iba a poner estricto con los participantes si seguían ignorando deliberadamente las reglas.
Para Juan, está maniobra es muy jugada ya que se encuentra en placa para el día domingo y en las redes sociales no fue muy aceptado que hablara en susurros en la medianoche y ya comenzaron la compañía de votación para que sea el siguente eliminado de Gran Hermano.
