La ex participante de Gran Hermano, Belén Etchart debutó en el teatro de revistas en la pasada temporada de Carlos Paz y ahora lo hizo como actriz, el pasado fin de semana, en la obra “Enredados”, que el sábado 16 se presenta en el teatro 25 de Mayo.
“Es mi debut en el teatro. No es lo mismo actuar que bailar. Acepté porque me encantó el desafío y porque significa un crecimiento en mi carrera. El viernes estuvimos en Tigre, el sábado en Merlo y el domingo en San Martín y me sentí muy cómoda arriba del escenario. Fue algo tenso al principio, pero el sábado ya estaba más aplacada y hoy lo disfruto, me parece muy divertido. Además, el compañerismo que hay es muy importante”.
— Hay gente de gran trayectoria y otras que están haciendo sus primeras armas.
— En todos los casos existe un gran compañerismo. Ellos me dan consejos a cada instante. Debuté hace tres meses en el teatro de revistas y ahora en la comedia. Sigo enganchada al trabajo, es el sueño de la piba, es muy lindo. Creo que tengo mucho para mostrar.
— ¿Cómo fue el ofrecimiento para pasarte a otro elenco?
— Había algo que me decía que iba a ser una buena oportunidad. Yo no deseaba cambiar, pero resultó re lindo, me encanta el desafío. El público es diferente al del teatro de revista. Es más familiar y yo trato de relajarme y disfrutar del momento.
— ¿Estás sola en los viajes o con algún novio?
— A veces viaja mi familia o voy con mis amigas. El viernes me regalaron una torta que decía: “Belu enredada”. Y novio no tengo, sólo trabajo, ya vendrá el novio. Estamos trabajando, no quiero pensar en otra cosa.
— Te perdimos en el teatro de revista, nunca más un conchero?
— No creo que sea así. Si me ofrecen algo interesante para más adelante me calzo las plumas. Siempre hago alguna campaña de lencería en la que poso muy insinuante. Sé que tengo algo para mostrar.
— Volverías a entrar a Gran Hermano
— Sí, pero no inventando una imagen de lo que no soy. Por el momento sólo disfruto de lo que me pasa y dejo todo lo demás en manos de Dios. Es toda una aventura para mí.
— Mencionas a Dios y me da la impresión que sos creyente.
— Desde que conocí a Dios obtuve tremenda paz, que me recorre todo el cuerpo y siento la vida desde otra dimensión y siempre busco tener paz y aprender muchas cosas. Es bueno tener a tu lado a Dios. Mi vida cambió cuando lo conocí, empecé a cuidarme y hoy tengo otra vida. Si tienes un corazón de paz, puedes contagiar al otro paz.
