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Especiales Archivo gráfico cultural santiagueño

"Solito como la urpila...": Quién fue Coquito Cáceres

Era un reconocido personaje de la bohemia musical. Vivía en un lúgubre galpón en la calle Caseros a la altura de Garibaldi. Su historia (Por Omar Estanciero).

Agrandar imagen Coquito Cáceres.
Coquito Cáceres.

En sus libros inéditos, Omar "Sapo" Estanciero recuerda a Coquito Cáceres, una personalidad a quien hoy todos nombramos cuando cantamos la famosa "Zamba para un bohemio guitarrero", de Marcelo "Cola" Ferreyra y Carlos Carabajal.

Así lo relata Estanciero:

Su verdadero nombre fue José María Cáceres. Fue un personaje de la bohemia musical santiagueña.

Flaco, voz ronca, cabello canoso y largo. Tocaba la guitarra y afirmaba haber nacido en octubre de 1896: "...cuando reventaban las flores, por eso soy alegre".

En 1925, integró la orquesta "Blanco y negro" conjuntamente con Pedro Ríos y Juan Loto, que actuaban en cualquier parte, allí donde hubiera fiesta y, luego de un tiempo, se desvinculó del grupo para tomar el camino como solista. Así, con su nuevo emprendimiento artístico, recorrió la provincia actuando en Villa Brana, Las Tinajas, Añatuya, Campo Gallo, Los Telares, Salavina, Silípica, Averías, entre otras, que lo vieron en bailes, carreras cuadreras, boliches, rezabailes, telesiadas y alegrar todo tipo de reunión.

Asimismo, lo hizo en Tucumán, donde se quedó casi 5 años, Buenos Aires, donde trabajó de pastelero pero, siempre con su guitarra a cuestas.

De regreso a Santiago (no tenía tonada santiagueña y nadie supo con precisión, dónde nació), retorna a su andar peregrino por los boliches de entonces.

Fue un habitué del célebre "El Rincón de los Artistas", propiedad de Don Pedro Evaristo Díaz, quien lo supo cobijar en su casa un tiempo.

Aunque no fue prolífico, se lo registra como autor y compositor de algunas canciones que, por su ingenuidad, movían a risa y otras autobiográficas como "La monzonera", que constituye la síntesis de la vida de un hombre que pasó orillando los amaneceres del Río Dulce, viejo, abandonado y enfermo: "Con mi guitarra voy siempre/cantando por los caminos/ sin saber cómo ni cuándo/ encontraré mi destino. // Para mí no hay rumbo fijo/voy a donde corre el viento/y aunque sufra lo que sufra/ siempre me verán contento". Una chacarera trunca titulada "Huellas de un destino" letra de Pedro Evaristo Díaz y música de Coquito Cáceres, está registrada en SADAIC pero Coquito declinó figurar.

Nadie sabe cuándo, dónde y cómo murió. Desapareció de las calles y de los boliches que frecuentaba. Vivía en un lúgubre galpón que le servía de morada en la calle Caseros a la altura de calle Garibaldi y, cuando el progreso aperturó para unir Alsina con Caseros, atravesó su "residencia", dividiéndola en dos partes, dijo al respecto: "Tengo que cruzar la calle para ir al water!"- se quejaba y remataba con resignación: "Me pasó por encima la cinta del progreso!".

Coquito, permanece en la memoria de los santiagueños y su figura se perpetúa en la zamba que escribió Marcelo Ferreyra con música de Carlos Carabajal:

"Zamba para un bohemio guitarrero"

Ovillado por el vino

Tu canto eriza la noche/

Y al escuadrón guitarrero, tu voz/

Con el lucero lo esconde.

Guitarrero enamorado,

Abrazao con la pobreza,

Miras del cielo llorando el ayer/

Las estrellas con tristezas.

Tu canto beben las noches/

De mi pueblo santiagueño/

Cuando el silencio se hace soledad/

Y la noche ata el sueño.

Madurando carnavales

Tu guitarra moja el alba,

Y en el remanso de tu corazón/

Una chacarera baila.

Solito como la urpila

Coquito Cáceres canta

Canta pechando la pena su voz/

De su bohemia atormentada.

DEL LIBRO INÉDITO "BIOGRAFÍAS DE FOLCLORISTAS SANTIAGUEÑOS PRIMERA PARTE" DE OMAR "SAPO" ESTANCIERO.

-Sebastián Fogliaresi, redacción de Nuevo Diario-

Coquito Cáceres Omar Sapo Estanciero Santiago del Estero
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