"Oso" el perro bandeño que falleció y tendrá su morada en el jardín de la Parroquia Santiago Apóstol
El Oso fue del B° Centro, también conocido como Nerón o Negro, era un can querido por todos en la zona de la plaza Belgrano y de la parroquia, visitaba farmacias, sanatorios y escuelas como la Industrial y la Borges. Conoce su historia.
Aproximadamente entre los años 2011 a 2012 aparece en escena un perro en la plaza Belgrano de La Banda, de apenas 2 años, se pudo precisar. Una joven lo adoptó con el nombre de Oso, pero su destino fue siempre de ser un can trashumante.
Siempre rodeado de jóvenes que le hacian compañía hasta la hora de "volver" a casa.También conocido como Nerón o Negro, nombre al que respondía con gran entusiasmo a todo aquel que se le acercaba o lo llamaba.
Solía recorrer diferentes lugares de la Cuna de Poetas y Cantores. “Famoso en las escuelas, en la plaza, en los eventos, en la municipalidad, en las farmacias y en la iglesia. El perro bandeño por excelencia”, mencionó la comunicadora y docente Mariana Oses, con unas sentidas palabras evocando a un fiel compañero de muchas familias.
Los lugares que recorría eran varios, desde la iglesia Santiago Apóstol (para ser parte de celebraciones especiales como casamientos)
El Oso, como "testigo" de una unión matrimonial en la Iglesia Santiago Apóstol.En la plaza Belgrano no se podía perder ningún acto patrio o evento popular. También, era habitúe de espacios de salud, como sanatorio Santa María o farmacias, y hasta lugares de formación como la Escuela Borges y la Esc. Secundaria Industrial. “Hasta se llegaba por el club Sarmiento cada vez que se hacia el Festival de la Salamanca”, aseguraron.
No se podía perder ningún acto protocolar que se desarrolle en la plaza Belgrano.En el tiempo de la pandemia la familia de Mari Barrón, secretaria en ese entonces de la Parroquia, lo hicieron quedar ya en su casa. Hace un año Mari partió a otro plano, por lo que sus hijas siguieron haciéndose cargo de “Oso”. “En los últimos meses empezó a deteriorarse por la edad no por otra cosa”, comentó Mariana sentida.
Sin duda alguna todos recordarán al gran “Oso”, amigo de todos, “simpático” con él que llegara con un buen corazón para hacerle una caricia o alcanzarle algo de comer. De seguro, se mantendrá vivo en la memoria de muchos que disfrutaron de su compañía trashumante.
Esperando el número para ser atendido en la farmacia.Su última morada será en el jardín de la parroquia Santiago Apóstol para ser recordado como un gran miembro de la comunidad.