
Para los que recurren al régimen de “La dieta de La Bella Durmiente o de la almohada”, el concepto es que cuando duermes no haces ni sientes nada más, por lo tanto no comes porque no hay hambre, y tampoco se siente tristeza.
Es un método para perder peso el cual consiste en dormir durante largos períodos de tiempo para evitar comer, recurriendo a analgésicos y sedantes que pueden terminar por crear adicción además de serios inconvenientes para nuestro organismo.
Además, el consumo de este tipo de medicamentos con efecto sedante provocan en su mayoría adicción, por lo que se necesitaría un consumo mayor para que continuase haciendo efecto y por tanto podría llevar a la sobredosis.
Naturalmente surgirán efectos como el dolor de cabeza, alucinaciones, pérdida de equilibrio, cambios de humor, incapacidad para conciliar el sueño de forma natural y principios de depresión, debido a la falta de vitaminas y nutrientes.
La dieta de la Bella Durmiente sugiere una rutina de entre 19 y 20 horas de sueño diarias, contra las seis u ocho horas, que recomiendan desde la Organización Mundial de la Salud.
Conciliar el sueño tantas horas no es fácil, ya que un cuerpo humano, una vez a satisfecho sus necesidades de sueño, suele despertar y es bastante difícil volver a inducir el sueño si no existe un cansancio o un desgaste físico posterior. Por lo tanto, quienes deciden someterse a este procedimiento recurren al uso de ansiolíticos y sedantes.
Dormir esa cantidad de horas, sumado al trastorno alimenticio da como resultado un perfecto círculo vicioso de depresión.
Todas esas personas que hacen esta dieta evaden temáticas importantes como las consecuencias. Es más que obvio que a la larga o a la corta estarán muy hambrientos, desorientados e incrementarán los niveles de depresión.
Dormir para adelgazar es algo muy peligroso que hay que evitar a toda costa, ya que para nuestro cuerpo puede suponer un estado de desnutrición y puede afectar al funcionamiento correcto del cerebro.
El aislamiento que produce este tipo de hábito es otro factor negativo a analizar. La persona se verá obligada a dejar de lado su rutina diaria, sus actividades y quehaceres, siendo este aislamiento un motivo más para que aumente la depresión.
Además, existen ciertas actividades que se deben cumplir como el trabajo, la actividad física, las necesidades fisiológicos que deben ser llevadas a cabo.
En este marco, es bueno recordar que los médicos alertan sobre estas dietas severamente peligrosas que prometen una reducción importante de peso en poco tiempo, ante tantos riesgos para la salud que se originan.
Lo recomendable es realizar actividad física tres veces a la semana, desde caminar hasta ir a un gimnasio o a la práctica deportiva que más nos agrade.
La hidratación es fundamental al igual que la alimentación sana y equilibrada. Además, reforzar nuestras relaciones con amigos, familiares, compañeros y conocidos será mucho más beneficioso que el aislamiento.