Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Especiales En Suncho Corral, en el departamento Juan Felipe Ibarra

El Niño Jesús de Lojlo, una tradición que perdura

Es una verdadera joya de artesanía, mide unos 30 centímetros y tiene color rosado.

Agrandar imagen capilla
capilla Crédito: La capilla donde se encuentra la imagen del Niño Jesús de Lojlo.

Santiago del Estero se destaca por encima de otras provincias, por sus arraigadas costumbres religiosas, algunas de ellas desde la época de la conquista española.

 

 

Por estos días de enero, de abrasador calor de verano, se realiza la fiesta del Niño Jesús de Lojlo, localidad distante 10 km de la ciudad de Suncho Corral, en el departamento Juan Felipe Ibarra y a unos 100 km de la ciudad Capital.

 

 

Las tierras de la localidad eran utilizadas para la agricultura y ganadería, aprovechando la cercanía con el río Salado. Los pobladores vivían enfrentados con los indígenas de la zona, quienes desde el monte asediaban al pueblo. Además, las plagas diezmaban las cosechas.

 

 

Seguramente, el espíritu religioso de los pobladores los llevó a buscar una imagen religiosa que los protegiera de todo mal. Allí apareció el Niño Jesús de Lojlo, futuro protector de todos los males.

 

 

De acuerdo a la tradición oral, la imagen fue traída desde el Perú, por lo que es considerada de origen cusqueño, por lo que al menos tiene unos 200 años.

El Niño Jesús de Lojlo es una verdadera joya de artesanía, mide aproximadamente 30 cm, es de color rosado y sobre su cabellera rubia se encuentra su coronita de plata, perteneció a la secular familia de Paz y Figueroa, es decir a descendientes de la beata Mama Antula y hoy centro de culto local.

 

 

Por geografía, la capillita pertenece a las autoridades eclesiásticas del Obispado de Añatuya. La fiesta se inicia el 24 de diciembre, comenzando con el novenario y misas. Ese día, el Niño Jesús de Lojlo es trasladado a la ciudad de Suncho Corral.

 

 

El 6 de enero, Día de los Reyes Magos, vuelve la pequeña imagen en procesión hacia su capillita. La rememoración de esta fiesta santiagueña, reliquia de la cultura popular de nuestra tierra, es conservar un encuentro religioso conmovedor.

 

 

La fiesta del Niño Jesús de Lojlo es una de las celebraciones religiosas que nunca perdió su tradición y que hoy sirve para recordar una de nuestras costumbres más ancestrales.

Seguí a Nuevo Diario Web en google news

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso