El piso de madera para exteriores, conocido como deck, permite generar un sector de descanso en el patio. Por sus características, la madera crea un ambiente cálido y confortable. Además, al no transmitir el calor, es ideal para acompañar los bordes de pileta, las pérgolas, los quinchos, las terrazas y los balcones.
El deck puede ser fijo o desmontable, según las necesidades de quienes habitan la vivienda. Si bien es posible construirlo sobre el terreno o sobre una carpeta de cemento, los especialistas recomiendan tener especial cuidado en el primer caso, ya que el piso tendrá que lidiar con el crecimiento de yuyos y deberá soportar mayores ataques de la humedad. Por eso, resulta muy importante preparar bien el terreno y sus pendientes, antes de colocar las maderas.
En el caso de los decks construidos sobre carpetas de hormigón, se aconseja colocar siempre un paño desmontable o hacer toda la estructura con esa tipología para lograr un mantenimiento adecuado. Este piso puede ser montado sobre tirantes, alfajías o bloques de hormigón. Es clave que la madera no apoye completamente en la carpeta, para facilitar el escurrimiento del agua. Además, las tablas deben colocarse a suficiente distancia entre sí para que quede junta de dilatación. Más allá de la estructura, la dueña de todas las miradas siempre es la madera. De su correcta elección dependerá la vida útil de este sector de descanso.
En el mercado, se destacan tres tipos de maderas:
· Duras: son muy recomendadas. Poseen mayor vida útil, pero un costo elevado. Entre las más comunes se encuentran lapacho, teka, anchico y curupay.
· Blandas: necesitan de un tratamiento previo. Duran menos, pero su precio es más accesible. Generalmente, los decks se hacen con eucalipto saligna o pino.
· Biosintética: uno de los tipos más novedosos. Se trata de un compuesto de plásticos y cáscara de arroz, elaborado con reciclado de plásticos. Tiene un valor intermedio, entre un deck de madera blanda y otro de materiales de gran calidad, como el lapacho.
De acuerdo con los especialistas, la mayoría de la gente se inclina por el eucalipto, debido a su precio. En tanto, aquellos con maderas de mejor calidad pueden llegar a costar más del doble. Entre estos últimos, se destaca el lapacho.
Larga vida al deck
El sol y el agua son dos de los factores más nocivos para este tipo de pisos. Generalmente, la madera viene con un tratamiento; de lo contrario, se deben dar entre tres y cuatro manos de protector, con una pausa de media hora entre mano y mano.
En el caso de los pisos realizados con maderas blandas como el eucalipto, la mano de pintura debe ser casi pura, porque ese material es más poroso. En tanto, las maderas duras, como el lapacho o el curupay, admiten una aplicación más diluida.
Madera biosintética
Este compuesto de plásticos y cáscara de arroz viene en diferentes medidas y colores. Se elabora con reciclado de plásticos, por lo que resulta ecológico. Quienes comercializan esta madera señalan varias ventajas diferenciadoras: evita la acumulación de hongos y problemas de humedad; mantiene el color y el aspecto; acepta el uso de clavos y tornillos; no es atacada por insectos; resiste cualquier condición climática; no se pudre, deforma, raja ni astilla; evita la tala de árboles (se fabrica con scrap provistos por la actividad industrial del plástico) y su mantenimiento se puede hacer con hidrolavadora, utilizando productos de limpieza (detergentes, cloro, soda cáustica, etc.).
¿Cómo cuidar el deck?
Debido a la permanente exposición al sol y al agua, el mantenimiento de un deck es una tarea que debe realizarse una o dos veces por año. Las marcas líderes a nivel mundial en productos para maderas contienen protección contra los agentes externos y también reducen los efectos de los rayos ultravioleta (UV). Son productos de fácil aplicación; normalmente, se los emplea mediante pincel. Se ofrecen en diferentes colores, todos ellos con una terminación satinada. Lo último es la madera tecnológica, que no requiere de mantenimiento.
