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Especiales #Bienestar

Cómo actuar ante una insolación o golpe de calor y cuáles son las diferencias

Se aproxima el verano y con él llegan las altas temperaturas; es momento de tomar prevenciones para evitar correr riesgos en la salud.

Faltan pocos días para el comienzo del verano y nuestros cuerpos lo saben: dolor de cabeza, sudor, cansancio, baja presión son algunos de los síntomas que aparecen con la subida de temperaturas.

 

Sin embargo, cuando el calor es extremo o nuestros cuerpos están débiles, el mal estar puede pasar a mayores y derivar en un golpe de calor o insolación. Es por esto que es muy importante saber diferenciar ambos cuadros y así poder afrontar el verano sin complicaciones.  

 

¿Qué es el golpe de calor?

 

El golpe de calor ocurre cuando aumenta la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por realizar ejercicios en ambientes calurosos con escasa ventilación. En estas situaciones, el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento y tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración, por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal.

 

¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?

 

En general, la víctima se siente débil, suda, tiene náuseas, mareos y le duele mucho la cabeza. Además, puede tener calambres musculares.

 

El golpe de calor puede ser muy grave, en especial para los bebés y niños pequeños. Por eso, ante los primeros síntomas hay que consultar al médico o acercarse al centro de salud.

 

¿Qué es la insolación?

 

La insolación es una condición que se produce por el sobrecalentamiento del cuerpo tras una exposición prolongada a altas temperaturas. También se produce cuando se realiza esfuerzo físico o una práctica deportiva en las horas de mayor calor. La insolación se presenta cuando la temperatura del cuerpo aumenta a 40 grados Celsius o más e involucra al sistema nervioso central. 

 

Entonces, se puede decir que, por un lado, el golpe de calor se debe a una alta temperatura corporal, que se mantiene con el tiempo en la persona, mientras que en una insolación la alta temperatura se debe la exposición directa al sol.

 

¿Cómo evitar los golpes de calor y la insolación?

 

 

Aumentar el consumo de agua sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.

No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 10 y las 16 horas).

Evitar comidas muy abundantes.

Evitar las bebidas con cafeína, con alcohol o muy azucaradas.

Reducir la actividad física.

Usar ropa ligera, holgada y de colores claros, sombrero, anteojos oscuros.

Prestar atención a los bebes, niños, niñas y a las personas mayores.

Ingerir verduras y frutas.

Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.

Salud
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