Soplo en el corazón: ¿Cómo es esta afección y cuál es el tratamiento?

Cada vez que el corazón presenta algún problema la preocupación se hace presente al instante, y en esa gama de situaciones aparecen los soplos cardíacos, que según su gravedad pueden ser inofensivos o necesitar tratamiento.

Los soplos cardíacos son sonidos, como silbidos o susurros, producidos por el flujo de sangre acelerado y agitado en el corazón, y estos sonidos pueden escucharse con un dispositivo llamado estetoscopio.

Hay que resaltar que estos pueden presentarse en el nacimiento (congénito) o en otra etapa de la vida (adquirido).

No todos son graves

En tanto, algunos soplos cardíacos son inocuos, es decir inofensivos, y por ende no son un signo de una enfermedad cardíaca y no necesitan ningún tipo de tratamiento. Pero hay otros que pueden ser un signo de una enfermedad cardíaca grave, y por tal motivo, se necesitan pruebas para controlar el corazón y las válvulas cardíacas y su tratamiento depende de su causa.

En cuanto a los síntomas que suele presentar, en el caso de los inofensivos no suelen provocarse, pero en aquellos preocupantes existen los siguientes a destacar: uñas o labios de color azul o gris, dolor en el pecho, mareos, tos que no desaparece, hígado hinchado, venas del cuello hinchadas, desmayos, sudoración intensa con poca o ninguna actividad, en los bebés, poco apetito y crecimiento insuficiente, falta de aire y hinchazón o aumento de peso repentino.

Soplo cardíaco: ¿Cómo tiene lugar?

Hay que resaltar que el soplo cardíaco se produce por un flujo sanguíneo acelerado y agitado que se dirige hacia el corazón y se puede presentar en los siguientes casos: cuando el corazón se está llenando de sangre (soplo diastólico), cuando el corazón se está vaciando (soplo sistólico) y durante el latido cardíaco (soplo continuo).

Si bien se desconoce cómo se pueden prevenir los soplos cardíacos, los profesionales de la salud sostienen de forma fehaciente que una buena manera es adoptar un estilo de vida saludable, ya que esto puede mejorar la salud cardíaca y ayudar a prevenir algunas afecciones relacionadas con los soplos en los adultos, y en el caso de los niños, muchos soplos cardíacos desaparecen solos a medida que crecen.

Diagnóstico a realizar

En tanto, para diagnosticar la presencia de un soplo cardíaco, el médico suele hacer un examen físico además de preguntas sobre antecedentes médicos personales y familiares. Esas pruebas pueden incluir lo siguiente:

1) Ecocardiograma: es la prueba principal que se utiliza para determinar la causa de un soplo cardíaco.

2) Radiografía del tórax: es una imagen del corazón y los pulmones, que permite observar si el corazón está dilatado.

3) Electrocardiograma: esta prueba rápida e indolora mide la actividad eléctrica del corazón.

4) Cateterismo cardíaco: esta prueba puede realizarse cuando otras pruebas no encontraron la causa del soplo cardíaco.

Además, el médico puede escuchar el corazón con un estetoscopio, y al hacerlo, considerará varios aspectos para determinar si el soplo es inofensivo o si puede ser causa de preocupación, y en estos aspectos será clave el volumen, ubicación, tono y el momento del soplo, entre otros aspectos fundamentales.

Finalmente, hay que destacar que si hay alguna incertidumbre o malestar que tiene que ver con la parte cardíaca, no hay que perder tiempo y hay que acudir de forma súbita a un profesional de la salud, ya que este puede detectar a tiempo cualquier anomalía que pueda presentarse.

¿Cómo se lo trata?

A la hora de saber cómo tratarlo, hay que decir que los soplos cardíacos inofensivos no necesitan ningún tratamiento, ya que si al mismo lo genera fiebre o una tiroides hiperactiva (hipertiroidismo), por lo general, desaparecerá una vez que se trate esa afección.

Si se trata de un soplo cardíaco grave, se lo puede tratar con medicamentos como anticoagulantes, diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) y betabloqueadores, aunque en casos más complicados se puede llegar a un cirugía u otros procedimientos (intervención a corazón abierto, cirugía mínimamente invasiva, robótica o con tubos flexibles o procedimiento con catéter).