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Primavera: cuáles son las enfermedades más comunes en esta época del año

Las alergias estacionales predominan en estas fechas, pero también existen otras enfermedades y algunas afectan tanto a adultos como a niños.

(Por Crónica).- Ya se acerca la estación de la primavera y si bien para algunos es la época más linda del año, porque florecen las plantas, flores y brotes, y empiezan muchos planes al aire libre, existen ciertos inconvenientes que se aproximan con la misma, y es que la circulación de virus y bacterias aumenta la probabilidad de enfermedades respiratorias y gastrointestinales, poniendo en riesgo la salud de las personas.

 

Es sabido que si bien las alergias estacionales predominan en estas fechas también existen otras enfermedades presentes y que pueden afectar tanto a los adultos como, especialmente, a los más chicos. Por tal motivo, la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI) brindó una serie de recomendaciones para tener en cuenta y evitar enfermarnos y poder disfrutar mejor de la primavera:

 

Primavera: consejos a tener en cuenta

 

1) Ventilación correcta de todos los ambientes: la presencia de temperaturas más agradables favorece a la oportunidad de una mejor oxigenación de los ambientes, por lo cual, se recomienda abrir las ventanas para que haya mejor intercambio de aire. El principal factor para generar escenarios donde se propaguen infecciones respiratorias es la concentración de personas en espacios reducidos, por tiempo prolongado, con poca ventilación y con condiciones de hacinamiento.

 

2) Mantener una buena higiene de manos: las manos constituyen la principal vía de transmisión de enfermedades, debido a que el contagio se produce por el contacto directo con superficies y objetos contaminados. El lavado de manos es fundamental en la prevención de la gripe y de otras infecciones respiratorias. De hecho, lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o con un producto a base de alcohol en casa, en la escuela y en el ámbito laboral contribuye a disminuir las posibilidades de contagio. En tanto, se debe higienizar las manos sobre todo en estas circunstancias: antes y después de manipular basura o desperdicios, antes y después de comer, manipular alimentos y/o amamantar, luego de haber tocado superficies públicas: mostradores, pasamanos, picaportes, barandas, etc, después de manipular dinero, llaves, animales, etc y después de ir al baño o de cambiar pañales.

 

3) Mantener una adecuada higiene respiratoria: la higiene respiratoria refiere a las medidas de prevención para evitar la diseminación de secreciones al toser o estornudar. Esto cobra especial importancia cuando las personas presentan signos y síntomas de una infección respiratoria: cubrirse la nariz y la boca con el pliegue interno del codo o usar un pañuelo descartable al toser o estornudar, usar el cesto de basura más cercano para desechar los pañuelos utilizados y higienizarse las manos después de toser o estornudar.

 

4) Mantener una buena rutina de limpieza y desinfección: primero es necesario aclarar la principal diferencia entre limpieza y desinfección de los ambientes y superficies: Limpiar es remover la suciedad visible, mientras que desinfectar es cuando se elimina el 99,9% de virus y bacterias presentes en el ambiente y superficies que no vemos a simple vista. Entonces, sólo se consigue una limpieza total cuando se limpia y desinfecta.

 

Para ello, es necesaria la utilización de un producto que contenga un activo desinfectante que elimine el 99,9% de los virus y bacterias. En este aspecto, la lavandina líquida es un producto accesible que, usado correctamente, elimina el 99,9% de virus y bacterias. Estas rutinas de higiene y desinfección deben realizarse diariamente y su frecuencia dependerá del tránsito y la acumulación de personas, además de la complementación con la ventilación de ambientes.

 

Enfermedades particulares de la estación

 

Por otra parte, es importante conocer cuáles son y cómo actúan las principales enfermedades que pueden aparecer en la estación de la primavera. El asunto es que los niños suelen ser los grupos más vulnerables y algunos de los riesgos a los que se encuentran expuestos en esta época del año son: 

 

1) Resfrio común: Aunque la mayoría lo padecen en el invierno y la primavera, los resfriados se pueden contraer en cualquier época del año. El resfriado común suele ser una de las consecuencias principales por la que los niños faltan a la escuela. Los adultos tienen un promedio de 2 a 3 resfriados al año y los niños aún más. Hay que tener en cuenta que los primeros signos generalmente son dolor de garganta y moqueo, seguidos por tos y estornudos.

 

2) Escarlatina: un grupo de bacterias llamado Streptococcus del grupo A (estreptococos del grupo A) causa la denominada escarlatina. Los estreptococos del grupo A habitan en la nariz y la garganta, por lo cual, las personas infectadas transmiten las bacterias al hablar, toser o estornudar, lo cual crea gotitas respiratorias que contienen estas bacterias.

 

3) Enfermedad de manos, pies y boca: es causada por un virus y es frecuente en los niños menores de 5 años, pero cualquier persona puede contraerla. Por lo general, la enfermedad no es grave, pero es muy contagiosa con lo cual hay que estar atentos a su presencia. Se propaga rápidamente en las escuelas y guarderías infantiles. Es causada por virus. Además, tiene mayor prevalencia a contagio durante la primera semana y puede propagarse de la persona infectada a otras personas a través de las secreciones de la nariz y la garganta, el líquido de las ampollas o las costras y las heces.

 

Mayor consumo de agua y alimentos

 

Otra cosa que sucede durante esta particular temporada es que las personas, en general, suelen cambiar algunos de sus hábitos de consumo. Con la llegada de temperaturas agradables, la gente bebe mayor cantidad de agua, consume mayor cantidad de vegetales crudos y, con ellas, surge la probabilidad de adquirir infecciones alimentarias que ponen en riesgo la salud humana por la transmisión de agentes infecciosos. Ya sea por ingestión o la incorrecta desinfección de las herramientas de cocina.

 

Ante esta situación tan particular, nos exponemos a enfermedades como por ejemplo la Gastroenteritis viral, que es una infección intestinal que incluye la presencia de signos y síntomas como diarrea acuosa, calambres estomacales, náuseas o vómitos y, a veces, fiebre. El riesgo de padecerlo aumenta cuando se consume agua o alimentos contaminados y, aunque no exista un tratamiento eficaz para esta enfermedad, la prevención es fundamental. Es por eso, que todo tipo de prevención es valiosa para tener en cuenta y de esta manera evitar contraer enfermedades en la denominada “estación del amor” que tanto nos gusta.

 

Importancia del cuidado del agua

 

Para contribuir a la inocuidad de lo que consumimos a nivel cotidiano en los hogares, existen una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de la utilización del agua con relación al aseo y alimentación en las personas.

 

1) Usar siempre agua de red o potable para lavar los alimentos, higienizarse o hacer hielo, 2) lavar las verduras hoja por hoja o frutas para eliminar la suciedad, 3) desinfectar el agua que se va a utilizar para limpiar las frutas y verduras con lavandina clásica, respetando las dosis de uso del fabricante leyendo la etiqueta, 4) para desinfectar agua, utilizar lavandina apta para este fin. Seguir los siguientes pasos: primero, filtrar el agua para quitar partículas en suspensión, mezclar 10 gotas de lavandina por cada litro de agua y dejar actuar por 30 minutos, además de respetar las instrucciones del fabricante.

 

Hay que resaltar además que cualquier persona está expuesta a padecer de una infección alimentaria, pero existen grupos de personas más propensas, y ellos son los pequeños, los adultos mayores, personas inmunosuprimidas o con su sistema inmunitario debilitado y las mujeres embarazadas, quienes son los que deben estar más “bajo la lupa” de los profesionales de la salud.

 

Cabe destacar, que el conocer todas estas importantes medidas ayudan a poder disfrutar en familia distintas actividades, previniendo el contagio de las distintas enfermedades que toman fuerza durante la primavera y que pueden causar futuros problemas si no se las tiene en cuenta.

 

¿Qué es la Fiebre del Heno?

 

Otra afección que se presenta en esta temporada es la rinitis alérgica o “fiebre del heno”. Es una respuesta ante la presencia de ciertos alérgenos suspendidos en el aire, como el polen de plantas. Otros alérgenos que pueden provocar el cuadro incluyen partículas de la piel, pelo o plumas de animales o ácaros del polvo.

 

La rinitis alérgica es una enfermedad relacionada con el sistema inmune del cuerpo. Está provocada por una respuesta exagerada de este ante elementos que en condiciones normales no supondría una amenaza.

 

Los síntomas incluyen goteo de nariz, congestión nasal, enrojecimiento y picazón en los ojos, ojos llorosos, estornudos, tos, picazón en la nariz, paladar o garganta, moco que baja por la parte posterior de la garganta, piel azulada e inflamada debajo de los ojos, cansancio extremo y falta de sueño. Es clave identificar el alérgeno que provoca la reacción, para limitar la exposición al mismo en la medida de lo posible.

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