A Felipe y a Luca los unía mucho más que la necesidad de un tercero, de un otro que se anime a dar el sí y dé cuenta de lo que más amó en la vida: un hijo. Estos dos nenes, el primero de apenas 1 año y el segundo de 2, vivían en la misma provincia, ambos sufrían complicaciones con sus órganos y terminaron en el mismo hospital. Hasta compartieron habitación en esos días difíciles.
El más chiquito llevaba la mitad de su vida entre cables, sondas y salas de internaciones. Algo similar había pasado el otro pequeño, aunque él había comenzado a sortear las dificultades. El dolor y el milagro de la vida, finalmente, los encontraron. El cuadro de Luca se había agravado y su familia decidió donar sus órganos sin saber lo que se vendría. Feli, ese amiguito que la vida le había presentado, fue quien lo recibió.
“Pese al momento que estamos atravesando, en ese momento que nos tocó la situación, decidimos donar los órganos de Luca. Se puso su corazón y la vida quiso que sea para Feli. El cariño existía desde mucho tiempo antes, así que fue una curita", contó Paula, la mamá de Luca, en diálogo con Telenoche.
En pocas palabras, el corazón de Feli apenas podía funcionar. A partir de allí comenzó una carrera desesperada por salvarlo. En el Hospital San Lucas de Neuquén, donde ingresó primero, hicieron todo lo posible, pero no tenían las herramientas y decidieron derivarlo a Buenos Aires. Pasaron por la Suizo Argentina, donde se evaluó ingresarlo a ECMO (una máquina que reemplaza la función cardíaca y pulmonar) y finalmente arribaron al Italiano.
Para ese entonces, Luca ya estaba internado. Él había sido trasplantado del hígado dos días antes de que Feli llegara al centro de salud y su vida se centraba en la recuperación. “Compartían el grupo sanguíneo, son cosas que se dieron”, precisó Paula.
Poco después, el chiquito fue dado de alta, pero desafortunadamente su salud empeoró y un día tuvieron que volver desde Neuquén de urgencia. Los nenes compartieron habitación y, entre canciones, charlas y coincidencias, los papás se fueron conectando.
Con el correr de los días, el cuadro de Luqui se agravó. El citomegalovirus que lo afectó le generó un daño irreversible en los pulmones, a pesar de que seguía conectado a ECMO.
Los médicos, finalmente, les dieron la noticia de que Luca había sufrido un paro. En ese momento Paula y Nicolás preguntaron si podían donar los órganos de su hijo. Tras la espera, les informaron que estaba en condiciones y podrían intentar un trasplante.
Así comenzó el operativo de la donación en asistolia, única hasta ahora en Latinoamérica. En este proceso se realiza la donación de órganos y tejidos que provienen de una persona a la que se le diagnostica la muerte tras la confirmación del cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias, pero sin muerte encefálica.
El procedimiento, de igual manera, está amparado por la Ley 27.447 de trasplantes, bajo los protocolos del Incucai y con la autorización de los padres debido a que se trataba de un menor. La burocracia se llevó adelante como cualquier donación de órganos, solo que esta situación, en Argentina, era única.
Y allí se produjo eso tan inesperado en la vida. El organismo a cargo de la potestad para asignar órganos de acuerdo a las diferentes condiciones de cada paciente, determinó que iría para un nene internado en ese mismo hospital. Ese nene era Felipe, aunque desde el Incucai no se afirma oficialmente, ya que hay una ley que protege la identidad de los donantes.
Hoy el pequeño Feli sonríe. “Era un desafío para el hospital llevarlo adelante. Queríamos que todo saliera bien, que Feli recibiera su corazón después de ocho meses de espera. Pero también era el dolor de saber que era de Luqui, porque significaba que no estaba más con nosotros”, “, señaló Pamela, su mamá.
“Feli hoy está muy bien, tiene el corazón de un guerrero, late fuerte. Ahora nos toca un largo camino de recuperación, todo lo que tiene que ver con su movilidad, porque desde los cinco meses está en una cama. Es un guerrero por dos”, contó.
Acompañada por Nicolás, su pareja, Paula cerró: “Es muy importante hablar de donación pediátrica, sobre todo fomentarla”.