Todo empezó con la denuncia de un hombre que alertó a la policía sobre un caso de maltrato infantil en una casa del barrio El Cadillal, en Tucumán. Cuando los oficiales llegaron al lugar se encontraron con una mujer atrincherada que amenazaba a sus hijos con un cuchillo.
“Los mataré porque son Lucifer”, gritaba la madre. Ante la gravedad del cuadro y tras verificar posibles antecedentes de violencia doméstica, la policía dio intervención al Ministerio Público Fiscal y a la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) para rescatar a los menores.
Un rescate dramático
Al caer la tarde, un importante operativo se había desplegado alrededor del domicilio. Sin embargo, lejos de desistir en su actitud, cuando detectó la presencia policial la mujer se encerró en una habitación con sus dos hijos y volvió a amenazar con matarlos si ingresaban por la fuerza.
En ese momento, se activó el protocolo de crisis que incluye el establecimiento de un perímetro de seguridad, el desalojo de civiles del lugar y la participación de personal capacitado en situaciones de riesgo.
Por orden del comisario Franco Domínguez, se hicieron presentes en el lugar los negociadores Carlos Romano y Pedro Reyna, especialistas del Grupo CERO.
Tras varios intentos fallidos de diálogo, se autorizó el “uso racional de la fuerza” y uno de los negociadores logró ingresar con un escudo especial a la habitación.
Allí encontró a la mujer armada con un cuchillo, una nena de 9 años y otro familiar que sostenía en brazos a un bebé de pocos meses.
La intervención fue rápida y precisa: los menores fueron liberados sin lesiones, y la mujer fue trasladada a un centro asistencial para su evaluación psiquiátrica.
La investigación sigue su curso en el ámbito del Ministerio Público Fiscal, que podría iniciar una causa por amenazas agravadas y poner en marcha mecanismos de resguardo para los menores rescatados.